lunes, 29 de mayo de 2017

Nada cambia

Ya estamos más que acostumbrados a determinadas poses y también sabemos que una cosa son las proclamas en los mítines electorales y otra es actuar en consecuencia. En los instantes de éxtasis, con la adrenalina galopando por las venas del orador, este se compromete a todo, lanza los mensajes que el auditorio demanda. Todos sabemos el final de la historia, en el momento que se logra el puesto apetecido se encuentran excusas para traicionar los ideales.  Las explicaciones llegan a ser irracionales y absurdas…  las circunstancias no son las idóneas, no es el momento, hay asuntos más importantes o urgentes.
Queremos creer que el nuevo escenario político ayudará a cambiar la forma en la que se han desarrollado las legislaturas, pero sin caer en la ingenuidad de pensar que todo será armónico. Somos conscientes que  siempre va haber excepciones como ha sucedido con el alcalde de Cádiz, aunque deseamos que sean las menos posibles.
En la historia reciente de nuestra democracia hemos visto a los dirigentes de un partido (PSOE) pasar de ser anti-OTAN a declararse fervientes defensores de la entrada en la alianza militar. No lo sabíamos pero era por nuestro bien.
Un partido de genética declaradamente republicano llegó a declararse  “juancarlista” para justificar la deriva monárquica adoptada.
También defendía la escuela pública, pero no dudó en  traicionar sus orígenes orquestando conciertos con organizaciones privadas para sostener a colegios privados. Aquellos conciertos conducen a la enseñanza pública hacia el proceso de deterioro en que está inmersa ¿Cuáles eran las organizaciones privadas elegidas para los conciertos? Pues ¡Sorpresa! Mayoritariamente fueron órdenes religiosas pertenecientes a la Iglesia Católica, asociación que está en todas las salsas.
En los acuerdos entre los diferentes gobiernos de la nación con la Jerarquía Católica es donde podemos enmarcar la contradictoria actuación de Kichi: las pomposas declaraciones de laicidad del Estado por un lado y seguir manteniendo los privilegios de la Iglesia Católica española por otro.
Hace más de 30 años se alcanzaron propuestas y acuerdos  para acabar  con la contribución del Estado a la  financiación de la Iglesia; en lugar de aplicar los acuerdos se aumentó la aportación del Estado.
Hay expresiones  de la voluntad de separar Iglesia y Estado pero se conceden licencias de radio y espacios de televisión para el adoctrinamiento masivo de la población.
El mandato de la Constitución obliga a la neutralidad del Estado en materia religiosa pero se aprueba una ley de educación a gusto de los Obispos.
En resumen: lo que hasta ahora se ha  logrado con los Gobiernos de “Turno” es mayor asignación para la financiación de la Iglesia Católica, mantenimiento de los acuerdos con la Santa Sede, la asignatura de religión en los colegios, los conciertos siguen vigentes despreciando a la escuela pública y se ha permitido el expolio de edificios del patrimonio nacional por parte de la Iglesia.
Con la llegada de nuevos actores en la escena social y política  aspirábamos a superar esta serie de dislates propios de una sociedad teocrática. Desafortunadamente  NO siempre va a ser así.
El alcalde de Cádiz se ha envuelto en una bandera mística y ha actuado exactamente igual que el ex ministro Fernández Díaz, con una salvedad, el ex ministro era un beato irredento y no engañaba a nadie, usaba las instituciones públicas para aplacar su conciencia y dar satisfacción a los jerarcas de la Curia. D. Jorge era incapaz de comprender una democracia en la cual rigen las leyes humanas y existe una frontera para que las religiones no influyan en las instituciones públicas.
Por el contrario el Alcalde de Cádiz se presenta como un defensor de la laicidad y ante las críticas recibidas justifica su postura ocultándose tras una falsa protección de las clases populares y dice que su decisión tiene “un componente popular que nada tiene que ver con el componente religioso”.
Señor alcalde entonces la Orden de los Dominicos qué es ¿Un equipo de fútbol? Y ¿La Virgen del Rosario acaso es un obrero de la construcción? Además ¿se puede saber para qué quiere la virgen la medallita?
Lo que nos confunde es la obsesión que tienen algunos con poner de rodillas a las instituciones públicas ante la Iglesia. La explicación que  atisbamos es un ansia desaforada de mantener el status y para eso se valen de alcaldes melifluos. La medalla y los nombramientos  a la virgen, o al santo patrón, o al Cristo del lugar,  sirven para escenificar que la Iglesia Católica Española tiene aún mucho que decir en nuestras vidas; en la sanidad criticando la investigación con células madre, en la educación diseñando la educación de los niños, en la sociedad autorizando quien puede casarse y con quien, en la vida de las mujeres negándoles la decisión sobre sus cuerpos y dictando como deben vivir, en la sexualidad aprobando o corrigiendo conductas, en la justicia aupando en los altos tribunales a los afines y como ¡no!  En el Estado marcando la agenda de los gobiernos.
Por esos motivos produce estupor que Juan Carlos Monedero haga una defensa tan vehemente de la actuación de “Kichi”.
Sí Juan Carlos, SI es lo mismo la medalla de tu amigo y la medalla que otorgó el ministro beato. Es la misma distinción que  concede a la iglesia una autoridad  que no le corresponde, ¡No le corresponde ser un elemento notable de nuestras instituciones y por ende de nuestras vidas!  
Y puede ser relevante en la vida de Juan Carlos, o en la  vida del alcalde de Cádiz, o en las vidas de los Dominicos y de los 6000 avalistas.  Para dar rienda suelta a estos sentimientos  tienen su intimidad en el ámbito privado, incluso en público, pero debe estar vedado el espacio institucional, porque el Ayuntamiento también pertenece a los que discrepan con la elección religiosa de los Dominicos y de los firmantes.
Y los pobres no necesitan caballeros cruzados que les duerman con rosarios, necesitan políticos independientes y audaces que defiendan sus derechos contra supersticiones y argucias. 

sábado, 27 de mayo de 2017

Se resisten los barones

¡Pues no ha sido para tanto! Es bien cierto que la realidad en contadas ocasiones se acerca a las expectativas que alcanzan los deseos. Por modestas que sean las aspiraciones las metas logradas suelen quedarse cortas.
Las primarias del PSOE se atisbaron en el horizonte como un refrendo de la situación de resignado conformismo  o como un huracán de proporciones inimaginables cuyas consecuencias por  incontroladas podían dar al traste con el panorama actual. No ha sido tal, más bien ni chicha ni limoná.
Una vez se ha producido la victoria de Pedro Sánchez, el Secretario General repuesto se ha bastado para disminuir las expectativas al igual que antes de su degradante destitución él solo se encargó de  desguazar las esperanzas de regeneración.
No es nada fácil tener una segunda oportunidad y mucho menos ganársela luchando contra corriente, con todas las circunstancias desfavorables y sin más apoyos que los de cuatro fieles. Pedro se ha ganado su segundo tiempo, bueno ¡No seamos tan poéticos! En esta ocasión, las bases socialistas se han rebelado y han concedido un indulto al reo condenado por la oligarquía del partido.
No es necesario recordar cómo llegó  Sánchez al cargo. Fue apoyado por dócil y manejable. Los jerarcas buscaban alguien sumiso para el periodo transicional entre la marcha de Perez Rubalcaba y la llegada de Susana Díaz. La perfección de la jugada únicamente podía verse enturbiada por elementos ajenos al plan.
Entre los riesgos a tener en cuenta se hallaba que el PSOE tuviera una derrota  con un resultado electoral lo suficientemente bueno para pensar que Sánchez era el candidato y Secretario General idóneo.
El otro factor de peligro lo representaba el propio Pedro; sus ansias de notoriedad.
El primer ingrediente delicado  fue rápidamente resuelto descartando cualquier tipo de peligro, tras la primera cita electoral quedó sobradamente demostrado que el PSOE seguía en la caída libre iniciada por Alfredo Perez Rubalcaba.
En cuanto al segundo punto, los “dioses del socialismo” albergaban serias reservas debido a la personalidad del elegido, los jefes dudaban de su fidelidad. Tenían sospechas  acerca de la magnitud desbordante de su ego pero, aún así,  subestimaron la sed de gloria que albergaba. Cuando se dieron cuenta de que se estaba creyendo su papel de marioneta y que el muñeco comenzaba a cobrar vida propia era tarde, el pelele quería decidir por sí mismo. Les resultó intolerable y decidieron deshacerse de él.
El tortuoso camino que se ha visto obligado a recorrer no ha hecho de Pedro Sánchez un estadista de alto nivel, ni un político de primera fila, ni tampoco le ha dotado de ideología y principios. Sigue siendo el mismo ser vacio, melifluo y mediocre que antes de la defenestración.
No conviene al sistema  decir en voz alta y clara la verdad de lo que representan los resultados de las primarias socialistas. Las primarias tienen una lectura infinitamente más simple que la que se quiere dar desde atriles interesados.
En la mencionada cita con las urnas los electores llamados dictaron una sentencia clara con su voto. Retomaron en la medida de lo posible el control del partido y le dieron la victoria al que consideran legítimo Secretario General.
Nada más y nada menos.
La militancia ha dado un buen ejemplo de hartazgo. Estamos seguros que los votantes de Sánchez tienen tan poca estima por su valía política como los votantes de López o Díaz, pero han restituido al que habían elegido. No se han doblegado a las imposiciones de los “dioses socialistas” a los que rezan aduladores como Javier Lambán y otros muchos barones. Las bases  han clamado que no admiten dictámenes de las deidades ni aceptan a la sultana impuesta.
No es gran cosa pero es un pequeño rayo de esperanza, es verdad que la muestra de votantes con atisbo de pudor es muy pequeña si la pulsamos con el censo total nacional pero algo es algo.
 Quizás sirva como faro y por fin los votantes de todas las corrientes depositen su voto pensando en sus preferencias, su ideología, sus gustos, pero por encima de todo en su libertad de elección y castiguen de una vez a los políticos que les hurtan sus derechos, les adormecen con propagandas,  intoxican sus mentes, mienten descaradamente para  robar y manipular sus voluntades.
Sánchez dejará de ser Secretario General del PSOE cuando la militancia observe su falta de competencia, la carencia de ideología, la escasez de recursos políticos y la gran sobredosis de altanería y engreimiento, pero será cuando lo digan los militantes socialistas, no cuando se le ocurra a una colección de reliquias del pasado cargadas de soberbia que son incapaces de atisbar que su tiempo acabó ¡por fin!  

En la actualidad estos sabios socialistas que a duras penas son capaces de distinguir el microondas de la lavadora, siguen aspirando a dar lecciones de vida sentando cátedra de comportamiento en programas de televisiones amigas. No tienen inconveniente en aparcar su dignidad con tal de cobrar unos eurillos.  

lunes, 22 de mayo de 2017

Después de las primarias

Por fin ha llegado el día que pondrá blanco sobre negro la trayectoria que adoptará el PSOE, su deriva política, el programa de partido, el modelo social que pretende alcanzar y la ruta para lograrlo ¿Tantas aspiraciones encierran las primarias? Vayamos por partes:
Según algunos de los prebostes elevados a la sublime condición de oráculos del socialismo autentico, las primarias son un ejercicio inútil que únicamente sirve para que los candidatos a ocupar la secretaría general se despellejen entre ellos.
Para reforzar su razonamiento utilizan una reflexión que en su día hizo Ramón Rubial. Según el dirigente socialista se debería apartar de responsabilidad política a todo aquel que se ofreciera voluntario para un cargo. Para ello  aducía que “un puesto de responsabilidad siempre conlleva sacrificio y trabajo; luego aquel que lo desea voluntariamente es porque quiere obtener beneficios a cambio”.
Es decir, según el pensamiento de Rubial ningún Secretario General tendría que haber sido nombrado pues todos los que ha habido, de una u otra forma, se han postulado para el cargo. En realidad los capitostes desprecian y atacan las primarias porque se escapan del férreo control de su dedo. En el instante que los militantes se sienten libres y sin vigilancia votan según su mejor criterio. Así ha resultado ganador Pedro Sánchez; por ansias de liberación de las bases. Los militantes socialistas llevan décadas intentando zafarse del abrazo de oso con el que les asfixia el todopoderoso aparato emanado del felipismo.
No lo consiguieron cuando un Borrell vencedor fue acuchillado desde las bambalinas del partido. Borrell ni siquiera tuvo oportunidad de definir su proyecto político. Zapatero también  fue ganador en contra del aparato oficial y con inusitada rapidez se plegó a los amos del PSOE; sino ¿Cómo se entienden los nombramientos de su rival Bono y de Rubalcaba como ministro y portavoz del partido en el Congreso respectivamente? Los  lacayos de Felipe González vigilando al advenedizo Zapatero.
Los Popes del partido de la rosa acostumbran a desvariar cuando son despojados de sus atributos de poder y se resisten con denuedo  a dejar de ser decisivos. Para continuar en el candelero acostumbran a urdir  extrañas teorías o conspiran sin cesar contra sus sucesores si estos no se pliegan a sus deseos. De esta guisa encontramos a socialistas liberaloides como Leguina, marxistas arrepentidos como Felipe González, socialdemócratas de pachanga como Solchaga, socialista teocráticos como Belloch, socialistas de nobleza falangista como Bono o demócratas de patada en la puerta como Corcuera. En definitiva mercaderes de la ideología capaces de fundirse en íntimo abrazo con cualquier especie - política  o económica - que les garantice su propia supervivencia.
A esa gama de  ex altos cargos socialistas no les gustan las primarias como tampoco les gustaba Pedro Sánchez, dudo que les agrade Patxi López y cuánto me extraña que simpaticen con Susana ¿A quién darían su conformidad? Pues probablemente a ellos mismos si pudieran o tuvieran oportunidad de volver.
Pero en algo sí tienen razón, a partir del día 22 de mayo nada será igual. Pedro Sánchez volverá a ser el  Secretario General del PSOE y todo por culpa de unas malditas primarias que han puesto voz a una militancia que por mucho que protestara y chillara no tenía por qué ser oída. Un proceso que ha  dejado claro el clientelismo si los votantes tienen que identificarse, tal y  como sucede en el caso de los avales, pero que vuela a su antojo en el anonimato del voto secreto ¿Cómo explicar sino que Susana haya tenido menos votos que avales? Sencillamente porque todos los avales no eran libres.
Sánchez intentará articular el partido a su imagen y semejanza, concederá premios a los fieles e indultos a algunos disidentes. Se cobrará victimas para resarcirse de la traición.
Sin lugar a dudas habrá una cabecilla de la disidencia a  la que intentará decapitar por haber sido la instigadora del bochornoso episodio previo a su salida. Hoy las bases le han dado una oportunidad de oro para saldar deudas, la ganadora ha perdido y… “las urnas no mienten cariño”.
Las diferentes facciones hablaran de unidad y de confluir en objetivos comunes, pura palabrería. Los susanistas se han quedado huérfanos de la “tocada por los dioses del socialismo que venía a Parar, Templar y Mandar” ¡Cuántas veces se arrepentirán Lambán y su corte de aduladores  de haberse postrado tan de hinojos a los pies de la señora!
De inmediato comenzarán las intrigas para volver a defenestrar a Sánchez  y los más  osados lamedores  tratarán con suficientes genuflexiones ganar su favor. Pedro hará bien en  preparar sus defensas utilizando las   artimañas adecuadas  que le permitan  sobrevivir,  ahora ya sabe lo que le espera tras las cortinas del decorado: una recua de insaciables dispuestos a devorarle en cuanto muestre el menor signo de debilidad.
Tendrá que desenmascarar a su Perez Rubalcaba si quiere dormir tranquilo y no pendiente de que le apuñalen de nuevo.
Tampoco habrá entrado el PSOE en una nueva etapa de regeneración, las corporaciones locales tardarán en adecuarse al nuevo escenario, las Comunidades Autónomas sobrevivirán al nuevo escenario tras la  “hecatombe susanista” sosteniéndose en el bastón de Podemos. Sí, el mismo báculo  que no  le fue permitido usar a  Pedro para llegar hasta la Moncloa. La desmemoria de Lambán, Page, Vara, Ximo…  fue épica.
En aquel momento mandó el temor, desde las cloacas del Estado se pueden percibir olores tan nauseabundos que la salida a la luz de determinadas cuestiones es posible que pusiera en entredicho todo el andamiaje del sistema nacido en las componendas del 78.
Dejar que una formación política nueva - sin ataduras convencionales y sin deudas con poderes fácticos - lograra escarbar entre los escombros del Estado, podría resultar extremadamente dañino para los verdaderos amos del Cortijo Nacional. Mejor dejar la escoria quieta aunque los responsables del estercolero se sienten cómodamente en consejos de administración de Eléctricas, Bancos, Compañías energéticas y sigan viajando a Suiza, Panamá o Islas Caimán.

¿Es mejor taparse la nariz que abrir las ventanas para airear las pestilencias? A esa pregunta se tiene que atrever a contestar Pedro Sánchez ahora que ha conseguido entrar en la prórroga. 

domingo, 21 de mayo de 2017

Primarias y ¿Después qué?

Por fin ha llegado el día que pondrá blanco sobre negro la trayectoria que adoptará el PSOE, su deriva política, el programa de partido, el modelo social que pretende alcanzar y la ruta para lograrlo ¿Tantas aspiraciones encierran las primarias? Vayamos por partes:
Según algunos de los prebostes elevados a la sublime condición de oráculos del socialismo autentico las primarias son un ejercicio inútil que únicamente sirve para que los candidatos a ocupar la secretaría general se despellejen entre ellos.
Para reforzar su razonamiento utilizan una reflexión que en su día hizo Ramón Rubial. Según el dirigente socialista se debería apartar de responsabilidad política a todo aquel que se ofreciera voluntario para un cargo. Para ello  aducía que “un puesto de responsabilidad siempre conlleva sacrificio y trabajo; luego aquel que lo desea voluntariamente es porque quiere obtener beneficios a cambio".
Es decir, según el pensamiento de Rubial ningún Secretario General tendría que haber sido nombrado pues todos los que ha habido, de una u otra forma, se han postulado para el cargo. En fin son esas cosas que se recuerdan y argumentan para animar una tertulia de afines que escuchan con la boca abierta y tragan con todo lo que emana  del ingenio del vetusto ilustre. Aún cuando haya ocasiones en las que suelta frases que ni él mismo entiende.
Los Popes del partido de la rosa acostumbran a desvariar cuando son despojados de sus atributos de poder, así encontramos a socialistas liberaloides como Leguina, marxistas arrepentidos como Felipe Gonzalez, socialdemócratas de pachanga como Solchaga, socialista teocráticos como Belloch o socialistas de nobleza falangista como Bono, en definitiva mercaderes de la ideología capaces de fundirse en íntimo abrazo con cualquier especie - política  o económica - que les garantice su propia supervivencia.
Ahora estamos asistiendo a las butades de ex altos cargos que dogmatizan desde cualquier medio de comunicación que les ponga una cámara o un micrófono delante. No les gustan las primarias como tampoco les gustaba Pedro Sánchez, dudo que les agrade Patxi López y cuánto me extraña que simpaticen con Susana ¿A quién daría su conformidad? Pues probablemente a ellos mismos si pudieran o tuvieran oportunidad de volver.
Pero en algo sí tienen razón, a partir del día 22 de mayo nada será igual. El nuevo Secretario General intentará articular el partido a su imagen y semejanza, concederá premios a los fieles e indultos a algunos disidentes. Sin lugar a dudas habrá un cabecilla de la disidencia que será decapitado. Cualquiera que haya sido el ganador. Hablaran de unidad y de confluir en objetivos comunes pero será mentira. Sin lugar a ninguna duda de inmediato comenzarán las intrigas para defenestrar al elegido  y las artimañas de este para intentar sobrevivir.
Tampoco habremos entrado en una nueva etapa de regeneración del partido, las corporaciones locales seguirán igual, las Comunidades Autónomas sobrevivirán a la hecatombe como buenamente puedan sosteniéndose en el bastón de Podemos. Sí, el mismo báculo  que no sirvió para aupar a Pedro a la Moncloa.
Desde las cloacas del Estado se pueden percibir olores tan nauseabundos que es mejor taparse las narices para no contaminarse que abrir las ventanas para airear las pestilencias. La salida a la luz de determinadas cuestiones es posible que pusiera en entredicho todo el andamiaje del sistema nacido en las componendas del 78.
Dejar que una formación política nueva, sin ataduras a convencionalismos y sin deudas con poderes fácticos pudiera escarbar entre los escombros del Estado podría resultar extremadamente dañino para los verdaderos amos del Cortijo Nacional. Mejor dejar la escoria quieta aunque los responsables del estercolero sigan viajando a Suiza, Panamá o Islas Caimán.
Han salido a la luz pruebas del saqueo llevado a cabo  durante las dos últimas décadas, pruebas más que suficientes del comportamiento vil de los dirigentes y de la  servil compostura que somos capaces de adoptar los habitantes de este simulacro de país.
Acorralados por leyes de vergüenza somos incapaces de tener un atisbo de dignidad colectiva. No nos atrevemos a exigir la desaparición inmediata de la vida pública de esta caterva de delincuentes. Paulatinamente vamos siendo desposeídos de nuestros derechos pero seguimos creyendo  en instituciones inútiles colocadas al servicio de los depredadores de nuestras vidas.  Ya ni siquiera merece la pena preguntarse hasta cuándo vamos a soportar la situación.
La respuesta es sencilla: soportaremos estoicamente mientras  funcione la tele y pongan un partido de futbol. Si pensamos que son nuestros cuatreros justificamos que nos desprecien.

Aquí disculpamos a los ladrones siempre que nos dejen lamerles las botas. 

viernes, 5 de mayo de 2017

Sobre La Seo

Sin que sirva de precedente esta mañana he caído en la tentación de perder el tiempo leyendo un artículo del panfletario Heraldo de Aragón. Lo firma Luis. J. García Bandrés y lo titula “La Seo no se toca”. Estamos de acuerdo en el encabezamiento, totalmente de acuerdo, discrepamos en las intenciones del escritor.
Reconozco que se me escapan las motivaciones que alumbran al autor, las atisbo por su declaración de  asistente a misas en la Catedral, pero sigo sin comprender sus verdaderas intenciones.
Hace el señor García Bandrés una especie de recorrido histórico para fundamentar sus argumentos, ¡poca chicha para tan altos objetivos!
Se equivoca, nadie discute ni debate el uso religioso del templo, no es esa la materia, el uso religioso en absoluto se cuestiona. La polémica únicamente se centra en la propiedad, en lo que eso conlleva, en las consecuencias de inscribir a título de propiedad un bien inmobiliario.
¿Qué implica ser dueño de un bien inmobiliario? Pues además de los derechos inherentes a la posesión de un bien, tiene sobre todo la posibilidad de realizar operaciones económicas avaladas por la fuerza incontestable del bien. Así de simple y así de humano, nada de altura de miras para fines sagrados. Dinero, en eso consiste la diatriba, nada más ni nada menos, dinero al cajón.
Hay una cosa que el mismo escribiente reconoce: La inversión pública (Diputación General de Aragón, Ayuntamiento  y Estado Central) en la reconstrucción, acondicionamiento y mantenimiento del templo supera el 50% del coste, alegan que el otro porcentaje (casi 50%) sale de las arcas del Arzobispado zaragozano. La  bolsa de donde el amigo Elías Yanes o cualquiera de sus sucesores extraen los fondos para el pago la alimentamos entre todos. Es decir, vuelve a pagarse con dinero de todos los contribuyentes.
Solo hace falta recordar de donde provienen la mayor parte de los ingresos que maneja la cúpula eclesiástica: de los presupuestos del Estado.
 ¡Basta ya de mentiras! Cuando la Iglesia Católica Española abona una factura lo hace con fondos que ha recibido de la totalidad de los españoles, creyentes y no creyentes, cristianos, musulmanes, evangelistas y ateos. Todos, absolutamente todos aportamos al cepillo eclesiástico de los Rouco, Cañizares, Reig Pla, Camino y tantos otros príncipes de la Iglesia que callan ante el abuso y mantienen sus vidas de lujo y dispendio a costa de personas que en creen sus homilías.  Y también, se proveen de fondos de otras muchas gentes que, en uso de su libertad de conciencia, no se tragan sus rollitos espirituales.
Todos sabemos cómo se han construido y mantenido los lugares de culto, con el sudor y la sangre del pueblo. Acudir a una “historia” de epopeya que ha sido  escrita desde los púlpitos o por los cronistas pagados es, además de una falacia, una postura completamente hipócrita y falsa. De sobra conocemos como se cantan las loas de los vencedores. El mismo Alejandro Magno llevaba entre los componentes de su séquito  a un juglar para que cantara sus gestas y ocultara sus debilidades.
Tampoco la costumbre otorga un sello de calidad indeleble.  Que la tradición haya caminado en una dirección no quiere decir que no se deban producir cambios. Pongamos unos ejemplos: tirar cabras desde un campanario era una antigua tradición que afortunadamente fue abolida. Zurrar a las mujeres es una ancestral tradición que tratamos de erradicar. También era tradición  tirar discapacitados físicos por un escarpado o ahorcar homosexuales. Tradiciones que espero que el señor García Bandrés repudie y no pretenda su recuperación ¡No todas las tradiciones son respetables!
Ahora bien, tras todas estas reflexiones me quedo con el titular “La Seo no se toca”. Estamos de acuerdo señor periodista, NO se toca la Catedral, ni la Magdalena, ni San Juan de los Panetes, ni nada que sea manifiestamente PÚBLICO y se pretenda privatizar a nombre de un Estado extranjero.
Algún día conoceremos sus motivaciones y las  de los que ardorosamente defienden la usurpación que ha llevado a cabo la Iglesia Católica española  de estos bienes.

Seguramente serán poco lícitas y llenas de intereses ladinos. Algún día lo sabremos, hasta entonces dejemos las cosas como estaban antes del expolio  y defendamos que los bienes comunales “NO SE TOCAN”