domingo, 31 de julio de 2016

A la altura

Se ha cumplido el trámite protocolario, o casi. Ha finalizado una de las altas tareas que tiene encomendadas la Jefatura del Estado: Reunirse con los representantes de las fuerzas políticas que han obtenido representación parlamentaria  con la obvia finalidad de encomendar al  líder de la formación más votada la responsabilidad de intentar formar gobierno.
Las tracas y laudos por lo bien que el Borbón ha desempeñado su tarea de “photo cool” son unánimes. En este país se aplaude la inutilidad con la misma pasión que se perdona la sinvergonzonería.
En esta ocasión Rajoy no ha declinado en directo, ha hecho un cese en diferido y ha dicho sí a la encomienda, pero un sí con matices; si no le aseguran el resultado él no juega.
Al igual que todos los ventajistas quiere tener las cartas marcadas antes de empezar los envites y no nos engañemos, no es el temor a la derrota lo que le asusta, es el pavor que le provoca el escuchar en directo que es un inútil, un incapaz y un fraude. Ese es el motivo por el cual dilatará la comparecencia, se esconderá en la ambigüedad y buscará auxilios extranjeros para acometer su segunda legislatura.
En los últimos tiempos se han dado pocas ocasiones tan propicias para llevar a cabo una limpieza a fondo de la vida político-social de este experimento de país.
A poco que los líderes de las formaciones contrarias al PP tuvieran un mínimo de visión de Estado se darían cuenta que ésta es el momento para empezar la construcción de una nueva sociedad basada en la honradez, la justicia social, la igualdad de oportunidades, la decencia y el decoro.
Seguramente llegar a acuerdos globales de conformación de la sociedad es muy complicado, pero obligar al partido promotor de la miseria nacional a regenerarse para poder seguir siendo una alternativa lícita es muy sencillo, mucho. Solamente hay que enviarle a los banquillos de la oposición, la pandilla de delincuentes que han expoliado este país no se van a regenerar, es necesario expulsarles de la vida política, a ellos y a sus valedores. La única manera de hacerlo es que dejen de tocar las teclas del poder y que pasen la travesía del desierto vagando por la oscuridad del anonimato.
Es una generación manchada, vendida a intereses particulares, burladora de los ciudadanos, una recua de busca vidas y charlatanes que han antepuesto los fines de sus dueños por delante de la aspiraciones de sus votantes.
El nudo lo pueden deshacer Pedro, Pablo y Albert, ¿Querrán?
Sinceramente: No creo.
Pedro Sánchez es un preso de su  codiciosa imagen, se siente un disminuido político ante la fortaleza del clan Felipista encarnado en Susana Díaz, no dará el paso y su inmovilidad le llevará al anonimato histórico, será un remedo de Zapatero. Ambos pudieron haber sido la solución  y ladinamente  cobardes no fueron más que un triste remiendo.
Albert Rivera tiene en sus manos poner en marcha la arriesgada apuesta que han hecho por él sus mentores del panorama económico nacional. Ahora bien; estos mecenas no le van a dar nada a cambio de nada, ¿le van a permitir que defenestre sus privilegios sin contrapartidas? Me acaba de dar un ataque de risa que casi me impide continuar.
Podemos es la tercera fuerza que se necesita para expulsar al PP de la Moncloa y forzarle a abrir las ventanas, limpiar bajo las alfombras y recuperar la decencia democrática  si es que alguna vez la ha tenido ¿Serán en Unidad Popular capaces de alcanzar sentido de Estado y abandonar las escaramuzas con mindundis como Inda o Marhuenda? La falta absoluta de responsables intermedios con un ápice de formación e ideología les va a obligar a repensar el partido que quieren y necesitan. Mientras, los esperanzados inscritos y simpatizantes desearán que el partido no acabe en Pablo, Iñigo o Carolina y vaya más allá, un poquito más allá. Un partido que camine  al  encuentro de personas capaces de plasmar sus inquietudes y dar forma a sus anhelos.
Con la confluencia puntual de estos tres actores bastaría para forzar una regeneración profunda del PP, la desaparición de las familias corrompidas y corruptoras, la devolución de la dignidad a las instituciones, la apertura de un proceso constituyente, la búsqueda de la separación de poderes,  la recuperación de la soberanía nacional en el marco de los acuerdos internacionales y de la Unión Europea. Por otra parte  los partidos nacionalistas tendrían el peso que se corresponde con su número de votos y que lógicamente tienen que tener  en clave de política estatal pero no más.
¿Es posible? Sí, ¿Realizable? Lo dudo. Para ello deberían de estar a la altura que proclaman los líderes del PP y demás fuerzas. La economía del lenguaje lleva a dejar las frases a medias, se pasó de hablar de medios de comunicación a “medios” sin especificar de qué tipo. No se sabe  si se refieren a los medios centros de un equipo de fútbol, a los medios de una plaza de toros o a qué otra clase de medios.

Con la altura pasa igual, no nos aclaran si es altura de miras, a la altura de las circunstancias o a la altura del betún que es donde creo que se van a colocar.

sábado, 23 de julio de 2016

Escuece cuando afecta

Despacito, despacito se van conociendo detalles del auto golpe militar turco que el demócratamente benévolo Erdogan ha abortado.
Los datos son bastante esclarecedores para quien los quiera analizar.
En primer lugar, cuando se produce la asonada militar, el objetivo principal (el presidente turco) se encuentra a salvo y fuera de su alcance ¡Uy qué casualidad! 
A través de las redes sociales - que tiene castradas - el presidente se dirige al país para que sea la sufrida población turca la que tome las calles en defensa de sus derechos ¿Qué derechos? ¿El derecho a estudiar  la manera de suspender los derechos humanos?
Pasar de un Estado cabalmente laico a uno teocrático tiene muchas ventajas para los que mandan, de  hecho, cuando una ley es manifiestamente injusta se le atribuye la culpa a dios, a cualquier tipo de dios. Y a ese evanescente delincuente no hay dios que lo juzgue. 
Así se producen expolios, esclavitudes, torturas y demás bagatelas sin importancia en nombre del ser divino. “Los caminos del Señor son inescrutables”  dicen los que no tienen ninguna gana de dar explicaciones de los desatinos.
El sátrapa turco ha fabricado el motivo perfecto para limitar las libertades, había comenzado con una transición tranquila hacia el islamismo, pero ante la amenaza de resistencia por parte de la gente que se oponía al retorno a la Edad Media, necesitaba hacer una buena limpia en los órganos del Estado que pudieran ser contrarios a su visión religiosa de la sociedad.
Turquía pasa a ser un enclave islámico para ejercer de tapón de seguridad ante el avance del Estado Islámico ¿Qué? Si amigo: para que en la zona no se imponga un Estado Islámico, proporcionamos, a un amiguete  (carente de escrúpulos) las armas necesarias con las que confeccionar a su gusto y medida un Estado Islámico.  
El padre de la patria turca Mustafá Kemal Atatürk debe de estar recociéndose en su tumba. Tanta constitución y vigilancia para sacar las zarpas de los clérigos de las vidas de la población y llega un iluminado para cargarse “democráticamente” años de historia de una República de Turquía honradamente laica.
Ya se han encontrado indicios de que tras la operación de reconversión y asentamiento en el poder del líder Erdogan, están las huesudas manos de los aparatos de inteligencia USA ¡No es ninguna sorpresa!
La equivocación la arreglarán igual que solucionaron el problema Sadam Husein cuando empezó a ser molesto; dando salida al stock de armas en desuso almacenadas en sus trasteros. Una buena guerra y ganancias para tres de los pilares básicos de la economía primer mundista: la armamentística, la de construcción y las agencias de seguridad privada. Los centenares de muertos que se van a ocasionar pasarán a ser daños colaterales de una nueva reestructuración del orden mundial. 
Una vez finado el primer acto de la opereta golpista turca “el tenor” Erdogán ha dado los pasos necesarios para afianzar su posición de dominio: las depuraciones.
Militares, policías, funcionarios, algún civil disidente y ¡oh sorpresa! jueces y fiscales. El cese, la destitución y purga de estos últimos ha desencadenado acciones de protesta de sus colegas europeos. En contraposición ni una voz se ha levantado para investigar el paradero de Zhera Dogan, editora de la  Agencia de noticias Jinha. Se desconoce su paradero ni el delito del que se la acusa – salvo “el imperdonable” de ser mujer - y a ninguna organización judicial parece importarle.
En  España, varias asociaciones de juristas están promoviendo actuaciones y recogidas de firmas populares para protestar por las purgar turcas.
Asociaciones que no han movido ni un dedito cuando las sentencias de sus congéneres estaban a años luz de ajustarse a derecho, cuando en España hemos tenido fiscales que se inhiben porque no ven causa investigable en las conversaciones entre un sucedáneo de ministro y un plagio de director de oficina anti fraude; esas que permanecen inermes ante la sentencia favorable que dicta  un juez sobre el uso que las FOP hacen del material antidisturbios en acciones para repeler “invasiones”, aunque la utilización desproporcionada ocasione la muerte de personas huidas de la miseria, la guerra, o el horror. Se quedan silentes cuando una colega le pregunta a una violada si cerró bien las piernas, o ven de lo más natural que compañeros de su profesión admitan a trámite querellas contra los sentimientos religiosos sin cuestionarse la  existencia y aplicación de semejante infamia de artículo en el Código Penal.
Eso sin nombrar disposiciones que condenan a penas de cárcel a madres por negarse a dejar a su hija en manos de su agresor e incumplen regímenes de visitas estúpidos dictados a favor de su maltratador.
Otro tema es la ausencia de responsabilidad cuando, aprovechando el régimen de custodia o visitas marcado en un mandato judicial, el asesino consigue matar a su víctima y no son ni siquiera cuestionadas las sucesivas negligencias de la magistrada por la falta de medidas protectoras que propician el fatal desenlace.
El juez Baltasar Garzón sabe muy bien de lo que hablo, de momento es el único condenado por el caso Gürtel mientras los escandalizados por el asunto turco no han movido ni un pelo. ¡Viva la independencia judicial vigilada!

¿Esos polichinelas togados son los que ahora claman por el recorte producido en Turquía a las funciones, derechos y libertades de sus compañeros de profesión? Lo siento, pero por mi parte ¡qué os den!  Por una vez probad una dosis de la medicina que lleváis aplicando durante décadas en esta parodia de país. 

martes, 19 de julio de 2016

Se apagó la luz

Hasta no hace mucho tiempo el día 18 de Julio  se celebraba la efemérides del “Glorioso Alzamiento Nacional”  y el inicio de la Guerra de España de 1936. En estas fechas tenía lugar una macro fiesta en Madrid con la finalidad de  exhibir las habilidades de los jóvenes españoles reciclados en marionetas. Coros, desfiles y acompañamientos musicales  con los acordes del Cara al Sol y otros himnos fascistas, las Montañas estaban nevadas y las banderas hondeaban al viento.
Hoy encontramos en las redes sociales y en los medios de comunicación múltiples interpretaciones de los lamentables sucesos que sumieron a la sociedad hispánica en una tenebrosa oscuridad   durante cuarenta años y a día de hoy todavía no hemos sido capaces de encender la luz. Las bombillas siguen fundidas y los creadores de opinión no tienen el menor interés en darle al interruptor de la verdad.
Se analizan culpas, motivos, situaciones y consecuencias de las guerras con la finalidad explicar las guerras y adrede se obvian los orígenes de las mismas. Se equiparan las culpas de los dos bandos ¡Como si hubiera habido dos bandos! Tan solo hubo la imposición de una forma de vida de los caciques contra la aspiración de libertad social de un pueblo. Intereses contra aspiraciones y ganaron los intereses.
He leído comentarios y análisis de personas de todo tipo y condición, sensiblemente afines a cualquiera de las supuestas ideologías y me he sentido profundamente decepcionado, esperaba que la separación de años permitiera un análisis más certero o cuando menos con mayor carga de objetividad social,  pero no.
Por unos parlanchines apesebrados se sigue hablando de Cruzada Nacional, necesidad de reconducción  ante el caos republicano ¿Qué caos? ¿Pretender sacar   a España del siglo X y colocarla en el  XX conducía al caos?
Poco favor se hará a las generaciones futuras si el análisis que somos capaces de hacer acaba en las consecuencias y no empieza por los motivo de los promotores del desastre armado prolongado artificialmente durante tres años para conseguir el exterminio del bando rival.
La guerra de España de 1936 es una prueba  de la canalla condición humana, los intereses bastardos de unos explotadores chocan con la aspiración generalizada de alcanzar una vida mejor.
La Banca no cede en sus beneficios, los caciques de los pueblos quieren mantener sus prebendas y la Iglesia Católica Española defiende con uñas y dientes sus privilegios.  Con estos componentes nunca falta un idiota con estrellas de general que haga el trabajo sucio. Ya tenemos los ingredientes adecuados para preparar una ensalada casi perfecta. “La defensa de los valores patrios” o chorradas por el estilo, la traducción a Román paladino es: Nosotros (unos pocos) vivimos muy bien con esta organización social, vosotros (pueblo inmundo) viviréis como nosotros os dejemos. Y si hace falta que sembremos las calles de muertos para defender nuestros Bancos, cortijos y las iglesias lo haremos ¡faltaría más!
En el otro extremo unos cuantos ingenuos piensan que se puede modernizar una sociedad medieval solo a base de leyes.
Se olvidan de un dato fundamental; los ejércitos de este lugar siempre han sido fuerzas opresoras al servicio de los dueños y nunca han estado en auxilio de los ciudadanos. Resultado: para proteger la bolsa de los obispos y banqueros exterminan a los disidentes, en medio el pueblo llano que recibe las hostias sin saber muy bien de donde le vienen. Las guerras las ganan los fuertes no los que tienen la razón.
Ochenta años después seguimos viendo como unos cafres sin pizca de cerebro alardean de su adhesión a un delito y las respuestas son tibias protestas de los herederos de aquellos represaliados.  Los socialistas elegidos con la vana esperanza de que acometieran la justa reparación,  nunca han encontrado el momento adecuado para ilegalizar la exaltación del genocidio franquista.
Veintitantos años de gobierno del PSOE deberían haber servido para rectificar una transición vigilada. Instaurados en el poder han tenido oportunidad de otorgar al país un camino de justicia social que reparase 40 años de tropelías de los masacradores. Tendrían que haber querido restituir la justicia eliminando de raíz la ley de amnistía política bajo la cual se escondieron asesinos.
Una vez juzgada su trayectoria Franco tendría que haber sido declarado delincuente por delitos de lesa humanidad y prohibidas cualquier muestra de exaltación de su infame figura. Tendría que haber sido juzgado y condenado, aunque hubiera sido  post morten, por  traidor, sedicioso, rebelde, perjuro, asesino y genocida.
Pero no, los herederos del victorioso régimen franquista impusieron como Jefe de Estado al señalado por el dedo del tirano y acogidos por la sombra fascista del reconvertido Fraga Iribarne, fabricaron los mecanismos para  seguir gobernando este lastimoso país simulacro de estado y parodia de nación avanzada. Un rápido repaso a los apellidos  de los cuadros dirigentes del PP (Rajoy, Aznar, Gallardón, Kindelan, Fernández, Oreja,  Mayor Oreja, Cabanillas, Tejerina, Cañete…)  nos explicará la contumaz resistencia de la derecha española para condenar la infamia del 18 de julio.

¡Perro nunca  come carne de perro si no es por necesidad! 

viernes, 15 de julio de 2016

En el nombre de un juez

Una nueva víctima, otra mujer muerta a manos de un asesino. Los casos se repiten con tanta frecuencia que están dejando de ser noticia, unas pocas líneas en los periódicos locales y las consabidas condolencias de los responsables públicos.
Alexandra ha sido apuñalada por su agresor en presencia del hijo de ambos, esto tampoco es nuevo. Al igual que no es nuevo que unos incapaces  dictaminen que un psicópata agresor deba tener derecho de visita por encima de los derechos de la amenazada.
Alexandra había solicitado y conseguido una orden de alejamiento del individuo que finalmente fue su verdugo. Al infame tipejo se le había concedido   “derecho” a un régimen de convivencia con un niño de cinco años aun cuando estuviera pensando en matar a la madre de la criatura.
Según noticias que nos han llegado, la Coordinadora de mujeres de Zaragoza aconsejó, buscó y procuró una nueva vida a Alexandra en Madrid, alejada de su agresor. Las mujeres de la Coordinadora imaginaron el peligro que corría la vida de Alexandra y con sus escasos recursos buscaron soluciones que ningún organismo estatal ofrecía a  la víctima.
Somos conscientes de la dureza de la labor judicial, después de una competida oposición, tras meterse en la cabeza los códigos y legislaciones pertinentes deben quedar exhaustos y a continuación viene lo peor: medrar para avanzar en la carrera, agradar al amo que puede promocionarnos, ser fiel siervo de la ideología o del poder. La justicia, parafraseando al inquilino temporal de la Moncloa “ya si eso, esto…ehhh ahhh”.
¿Puede alguien comprender que una mujer amenazada se vea obligada a compartir espacio con su agresor por dictamen judicial?
¿Imagina alguien la tortura de Alexandra dejando a su hijo de forma periódica en manos de su verdugo?
¿Cuántas muertas son necesarias para que los jueces entiendan que el derecho a visitas en casos de violencia es el menos importante de los derechos?
¿Necesitan sus señorías un croquis para saber que un potencial asesino se convierte en asesino si tiene oportunidad?
¿En el siglo de la información no les ha llegado a los jueces la noticia de que los agresores buscan cualquier medio para hacer daño a sus víctimas y no les importa usar a los hijos como blanco?
Demasiadas preguntas y pocas respuestas coherentes. A partir de ahora condolencias, manifestaciones de repulsa, frases grandilocuentes “No estás sola”, “Hay salida”, “Denuncia tu situación”, “Planta cara a tu agresor”,… y mil frases hechas de parecido pelaje.
Todo ello son reformas de chapa y pintura para no abordar el fondo de la cuestión; un país y una sociedad podridos en los que un guardia civil graba, se mofa, tolera, no impide una violación y como premio el Gobierno Disfuncional le indulta ¿motivos para merecer el indulto? El papá del guardia es concejal y cargo del PP. Sobran las explicaciones.
El fiscal general no ve y no encuentra indicios para abrir una causa investigadora acerca del comportamiento del Ministro del Interior y su colega de la Agencia Antifraude de Cataluña. Pensemos que no será debido a que el angel Marcelo ha conseguido que la fiscalía “afine y aliñe” el dictamen a favor de Jorgito. El mismo ministro que tiene al cuerpo policial descabezado y con los cargos directivos en precario debido a las guerras comisariales desatadas en la cúpula policial.
Si en estos asuntos nadie es responsable, nadie asume sus errores, nadie se da cuenta que ocupan cargos en los organismos del Estado para servir a los ciudadanos ¿Qué podemos esperar de un pobre juez? ¿De un delegado del Gobierno como Gustavo Alcalde?, ¿Qué sean responsables con su trabajo y decisiones?
Nadie va a volver la mirada hacia una sentencia que dictamina un régimen de visitas quizás ajustado a ley, pero profundamente estúpido.
Pocas voces preguntarán ¿Por qué no se articulan medidas para que la amenazada esté permanentemente protegida? A lo mejor dedicando alguno de los múltiples policías y guardias civiles dedicados a proteger procesiones, honrar a diosecillos, custodiar a políticos en sus casas y limitar los derechos de las personas (Gustavo Alcalde en estos puntos tiene una gran experiencia) encontrábamos medios para defender a las mujeres amenazadas aunque a un juez, sin ningún atisbo de cerebro, se le ocurra primar el derecho a martirizar al niño por encima del derecho a la vida de la madre y por supuesto a la vida del niño.

Nadie le va a pedir responsabilidades al magistrado. Ni él, o ella va a asumirlas, ya estudió mucho cuando aprobó la oposición y quedó exhausto. Ahora ¡A impartir justicia!