domingo, 14 de junio de 2015

Los que mandan

Durante una charla con unos amigos, buenos amigos, nos obsequió uno de los participantes con un antiguo proverbio esquimal que dice: “los regalos hacen esclavos igual que el látigo hace perros”. Nos aclaró el amigo que se refiere a los perros que son utilizados para tirar de los trineos, es decir, son animales atados a arneses para tirar del carro. Al igual que en nuestra cultura occidental se utilizaba a los burros: como animales de carga. Lo de los regalos no necesita explicación.
La resaca post-electoral del pasado día 24 nos pone blanco sobre negro la clara necesidad de los sufridos españoles de a pie de dar respuesta democrática a sus aspiraciones de cambio. Han tarareado la conocida canción: “Harto ya de estar harto, ya me canse de preguntarle al mundo ¿Por qué y por qué?... “. La respuesta la han encontrado utilizando una potente escoba con la que han barrido décadas de miseria institucional encarnada en personajes de ópera bufa tales como Esperanza Aguirre, Rita Barberá, Juan Alberto Belloch, León de la Riva, Teófila Martínez…etc.
Una vez las urnas han recogido el sentir de la población ha llegado el turno de los electos para poner sobre la mesa sus proyectos regeneradores. El vendaval ha sido de tal calibre que ha arrancado y volteado pesos muertos tan arraigados en la vida pública como los anteriormente citados
La valenciana se ha resistido como gato panza arriba esgrimiendo su historia de “servicio público”, sus cualidades de gestora. Sobre todo lo que verdaderamente le preocupa es conocer lo que tendrá que hacer a partir del día 15 cuando se despierte y ya no tenga que acudir con su bolso de Louis Vuitton al despacho de la alcaldía. Veinticuatro años esplendorosos con la misma rutina tienen que desembocar en un hábito de difícil desintoxicación. Propongo incluirla en un programa de rehabilitación para personas con peligrosas adiciones a la alcaldía. Gustosamente lo subvencionarán  sus convecinos.
¡Pobre Rita! Aparcada como un trasto viejo e inservible, arrastrado por la marea que sacude las miserias del PP de Valencia; ella que es “todo sacrificio y espíritu conciliador”. ¡Qué lejos quedan los paseos en Ferrari abriendo el GP de F1 de Valencia sentada al ladito del señor de los trajes!
Los perros-flauta que se resistieron en el Cabañal, que cuestionaron sus gastos de representación, que ponían en solfa los lógicos regalos que recibía en fechas señaladas, se han salido con la suya y la han mandado a un duro banco de oposición municipal ¿lo resistirá? Se abren las apuestas pero los indicios apuntan a que prefiere el calor de la Generalitat Valenciana donde será menos doloroso comprobar que su tiempo de regidora municipal ha pasado ¡Por fin!
Esperanza Aguirre ha sufrido en carnes propias la descarnada escenificación de la derrota. Ella que monopolizaba los medios de comunicación con su verborrea incontenida ha quedado plasmada en una instantánea en la que Manuela es rodeada por centenares de cámaras y micrófonos apostados en las inmediaciones de su escaño en el Ayuntamiento de Madrid mientras Aguirre purgaba su derrota en la soledad del perdedor.
Catalogada como animal político se propagó el rumor de un posible cambio de rumbo de última hora debido a una maniobra que le es sobradamente conocida. Un pequeño tamayacito podría colocarla de nuevo en el lugar que - según ella - por dignidad y nobles orígenes le corresponde.
¡Derrotada por una juez del cuarto turno! ¡Ah, no! que se equivocó sin mala intención. Pero bolivariana, chavista  y proetarra lo mantengo hasta el final ¡faltaría más! Se despacha la condesa.
De momento todo indica que se irá sin cumplir su sueño de alcaldesa. Y pensar que Gallardón sí fue alcalde ¡Qué injusticia le debe parecer!
A partir de ahora se dedicará a buscar talentos tipo Granados o Sepúlveda o López Viejo o… tiene tantos “gloriosos” descubiertos por su avispado ojo que la lista sería interminable. Tanta paz lleve como tranquilidad deja. Eso sí, atentos a los posibles movimientos tamayeadores.
A Belloch y otros insignes únicamente les decimos adiós, han sido liberados de la pesada carga de responsabilidad política. Ahora a descansar o a sus labores, sean las que sean, suponiendo que se acuerden de su desempeño quinientos años después de haberlas abandonado.
Dado que la felicidad nunca es completa nos tocará soportar a los heraldos de las siete plagas denunciando  la frivolidad por votar peligrosas alternativas de radicales izquierdistas. En realidad ya han empezado a alertar de la equivocación y a reprochar los desvaríos del votante. Algún Obispo (Reig Plá) y algún presentador de la cadena episcopal (Merlo) ya han reflexionado acerca de limitar el voto de los pobres, parados, mujeres y obreros que, inconscientes ellos, se decantan por cosas rarísimas.
Hasta las generales y seguramente después de ellas - si los resultados desalojan a Rajoy y no confirman a su “clon” Rivera - padeceremos a los tertulianos afines que nos alertarán de la fuga de capitales, la falta de inversión extranjera, la caída de la bolsa, el aumento de la prima de riesgo,… todo ello provocado por la estúpida ignorancia de los ciudadanos ¡Locos eso no se vota!

Es mejor que os conforméis con la inmundicia. Si os decantáis por otra opción los esclavos perderemos nuestros regalos y vosotros seréis merecedores de más látigo para seguir tirando del carro. 

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