viernes, 27 de junio de 2014

Estado Laico

El pasado día 26 de junio se publicaba en El Heraldo de Aragón una carta, escrito, o antología del disparate, no sé muy bien cómo calificarlo, de un tal Vicente Herce de la Prada.
Como quiera que el escrito está a disposición de todo aquel que padezca problemas de tránsito intestinal y pueda perder el tiempo en leerlo para aliviar sus dolencias, no me voy a detener en reproducirlo (bastante castigo he tenido ya con su lectura), únicamente voy a tratar de puntualizar alguna de las afirmaciones y pensamientos del ínclito Herce de la Prada y de todos aquellos que deambulen por caminos tan tormentosamente equivocados como el suyo.
Comienza el escrito dejando claro uno de sus dogmas, ¨Los políticos de izquierdas, socialistas y comunistas, confunden laico con agnóstico¨, y se queda tan ancho. También podía haber dicho que socialistas y comunistas confunden una guitarra con unas maracas.  Decir tonterías, de momento, no está penado en el código penal, aunque no se confíen los proclives a decir bobadas, los beatos ministros Gallardón y Fernández pueden cambiar la legislación en cualquier instante y convertirse en delito la estupidez. La suerte que tienen los mentecatos   es que  esta opción se la pensaran muy bien los miembros del Ejecutivo porque de ser aprobada, los consejos de ministros de este Gobierno tendrían que celebrarse en Alcalá-Meco.
Con el fin de ilustrar a los ignorantes estos individuos usan con descaro  el siguiente enunciado sobre lo que es considerado laico:
 ¨ Creyente católico de a pie¨.  Curiosamente es la definición que utiliza el Concilio Vaticano II, para ellos debe ser la madre y fuente de todas las sabidurías.
¿Dice eso la Real Academia Española de la lengua? NO, para la RAE laico es:
-          Que no tiene órdenes clericales.
-          Independiente de cualquier organización o confesión religiosa.
-          No eclesiástico ni religiosos.
Es decir, probablemente haya católicos laicos, cosa que sería de desear, lo que es seguro es que a una persona que anhele un Estado Laico le trae sin cuidado lo que dice el Concilio Vaticano II pues su aspiración es que el Estado sea  Independiente de cualquier organización o confesión religiosa
Según la RAE, supongo y espero que no sea mucho suponer, habrá algún liberal, demócrata cristiano, conservador, o de ideologías alejadas de la izquierda que no tengan el Concilio Vaticano II como libro de cabecera y piensen que el Estado debe estar al margen de las creencias religiosas de los individuos. Si no es así,  su candidato tendría que ser Monseñor Rouco y no Rajoy, ahorrarían tiempo y dinero.
Continuando con el análisis de esta forma de pensar expresada por escrito, en sus alegatos suelen invitar a los disidentes de sus teorías, socialistas y comunistas, a leer entre líneas el Artículo 16.3 de la Constitución. Me ha podido la curiosidad y he querido saber que se habían perdido los izquierdosos acerca del mencionado artículo y la verdad, por más vueltas que le doy, entre líneas solo veo espacio en blanco. Desde el principio hasta el final. Lo reproduzco por si me he perdido algo ¨ Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y  mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Debe ser que desde la beatifica visión de la vida de estos prójimos, guiados por el Concilio y bendecidos por sus creencias, ven cosas entre líneas que los demás mortales no estamos capacitados para percibir. He recabado opiniones de amigos de diferentes ideologías y creencias religiosas y nada, tampoco pueden leer entre líneas. Esa facultad la deben tener únicamente los iluminados.
Para el resto de los mortales España es un estado Aconfesional (como nota aclaratoria; significa sin confesión oficial ni oficiosa), en el cual no deberían existir privilegios ni  interferencias de las creencias religiosas en la vida pública y en las decisiones legales. Aspiración  legítima y contemplada en la Constitución. Sin necesidad de rellenar los espacios en blanco.
Al igual que es legítima la aspiración de alejar de la educación las enseñanzas religiosas propias de un Estado Teocrático como el Estado Vaticano, también denominado Santa Sede. Estado por otra parte escasamente respetuoso con los derechos humanos, vergonzoso es que no haya firmado la carta Universal de derechos Humanos de la ONU de fecha 10 de Diciembre de 1948, ha debido estar muy ocupado con los Concilios.
Estado sospechoso de poca trasparencia democrática, Estado con una carga machista de proporciones considerables y, hasta la llegada de Francisco, repleto  de una homofobia  importante.  A partir de la llegada  del nuevo Papa los homófobos  no han desaparecido, únicamente están un poco mas callados, sin embargo de vez en cuando algún Obispo pierde el oremus y enseña su patita arremetiendo  contra los homosexuales.
Por otra parte diremos que en los acuerdos con la Iglesia Católica, ésta se comprometió a alcanzar la independencia económica a través de su financiación con recursos propios. No obstante, después de más de treinta años,  evidenciamos que no se  autofinancia, incluso se ha aumentado la aportación estatal, produciéndose por ello un flagrante incumplimiento de dichos acuerdos.

Con estos antecedentes, mal que les pese a los agresivos  prosélitos clericales,  tiene que resultar posible denunciar un acuerdo entre Estados que nos permita dejar de ser el granero y sostén  del minúsculo Estado Vaticano.

miércoles, 25 de junio de 2014

Real Blindaje

A toda prisa y corriendo está el gobierno preparando el proyecto de ley que, si no hay contratiempos, en forma de tsunami judicial, blindará las responsabilidades personales en las que hubiera podido incurrir el monarca abdicado.
Los grupos del congreso ya se han posicionado, en este punto no hay ninguna sorpresa, naturalmente el PP apoyará la propuesta que salga del Consejo de Ministros. El resto de grupos de la cámara o bien se abstendrán o bien se opondrán.
Entre los grupos que han manifestado su abstención se encuentra el PSOE, tampoco nos extraña, saben sus dirigentes que en esta ocasión no necesitan manifestarse abiertamente, la ambigüedad es una formula extraordinariamente sencilla de pasar desapercibido y no molestar al amo, por otra parte deja abierta la puerta para criticar la decisión del PP si las bases se agitan, aunque ya no sabemos si al PSOE le quedan bases que se muevan. Este enigma se resolverá en la próxima cita electoral.
Entre los opositores se encuentran grupos de diversas tendencias ideológicas que ven inadecuado el blindaje por diversos motivos, en los que no vamos a entrar, aunque todos coinciden en lo apresurado de la medida. Es cierto que la abdicación ha podido coger descolocados a los poderes públicos y que tal vez fuera una prevención que debería haberse llevado a cabo con anterioridad, pero ya que no se ha hecho así ¿Por qué las prisas?
Con los indicios de negativa de los grupos que disienten de la medida, se han dado las primeras declaraciones de los defensores de la misma, en la mencionada defensa ha tenido participación activa la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, cuya actitud consiste en reprochar a los negadores del blindaje, que como diputados disfrutan de aforamiento, que esa prebenda la cuestionen para el Jefe del Estado
¡Qué lista es! En primer lugar pretende afear ante la opinión pública la postura de los grupos de oposición tachándolos de aprovechados y egoístas por entorpecer la concesión de algo que ellos mismos disfrutan.
Soraya hace un juego malabar perverso cuando equipara la inviolabilidad de la persona del Rey con el aforamiento de los diputados.
Para empezar, estamos de acuerdo si lo que la vicepresidenta ha querido decir es que discrepa acerca de como el aforamiento de los representantes de los ciudadanos se extiende más allá de sus funciones como electos. En la perpetración de delitos comunes deberían estar sujetos a los mismos tribunales que todos los demás españoles. El aforamiento se pensó para protegerles, en y durante el desempeño de las funciones propias del cargo, no para el vulgar mangoneo ni para delitos comunes.
La diferencia fundamental es que el Rey no es imputable mientras es rey, y un representante público si lo es, aun cuando el camino esté lleno de obstáculos para la justicia. Cuando cesan en su cargo, a día de hoy, ambas figuras públicas son igualmente imputables. Lo que se pretende con la ley en ciernes es mantener fuera del circulo de la justicia a Juan Carlos de Borbón y hacerlo a toda velocidad; de ahí la pregunta ¿Por qué las prisas?
Los mal pensados arguyen que estas prisas vienen provocadas por las demandas que según se comenta en los medios de comunicación han sido presentadas contra el ciudadano Juan Carlos.
Albert Solá es la persona que ha presentado una de esas demandas, dicha demanda está relacionada con una reclamación de reconocimiento de paternidad y, las últimas noticias dicen que será diligenciada en vista oral el próximo 9 de septiembre en la Sección 24 de la Audiencia de Madrid.
En este punto es donde los ojos me hacen chiribitas y no adivino a entender un ápice de lo que está sucediendo.
Recordemos por un momento la histriónica intervención en el Congreso de los diputados que protagonizó el todavía hoy ministro de In-justicia Ruiz Gallardón, clamando por los derechos del ¨concebido y no nacido¨ en su discurso para vender la modificación de la Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo.
Ahora tiene el Ministro la ocasión de amparar a un ciudadano español, de pleno derecho, concebido, nacido en 1956 o sea, criado y crecido, que tan solo exige, por ahora, su legitimo derecho a la asunción de paternidad por parte de su progenitor. Derecho contemplado, protegido y amparado por nuestra legislación.
Tiene el Consejo de Ministros una oportunidad única de demostrarnos a los ciudadanos que las leyes sirven para algo y así certificaremos que el Gobierno está preocupado por la salvaguardia de los ya nacidos en posesión y uso de todos sus derechos.
El Gobierno lo podrá hacer sin necesidad de asumir enunciados teológicos encaminados a explicarnos en que momento el ser supremo infunde el alma a la inicial mezcla de fluidos, podrá dejar de combinar leyes con creencias, y de paso no ofenderá a las mujeres negándoles su derecho a decidir como hacen los integristas, que la consideran un mero receptáculo de semillas, igual que una maceta.
Tendremos que esperar al proyecto de ley para comprobar que es lo que se pretende:
Proteger la figura del anterior monarca, descartando la posibilidad de reclamaciones en virtud de su comportamiento como Jefe de Estado, o bien se busca la no-imputabilidad del ciudadano Juan Carlos de Borbón eliminando la responsabilidad de sus actuaciones personales como son, supuestamente, dejar mujeres en estado.
No obstante a fuerza de ser objetivos creemos que se persiguen ambas cosas y así lo dejan todo atado y bien atado.

sábado, 21 de junio de 2014

Por Seguridad

El pasado 19 de junio se procedió a la coronación del nuevo Jefe del Estado. Todos los poderes públicos han efectuado su contribución para mayor gloria del rey.
El ayuntamiento de Madrid, con su alcaldesa suplente a la cabeza (lo de suplente es porque ha salido desde el banquillo, no era el titular en la alineación), ha desplegado sus recursos para festejar el acontecimiento, banderas y banderolas, flores, mobiliario público,…etc.,  se ha engalanado la ciudad para mostrar el  inmenso amor y sumisión que merecen los monarcas.
El Ministerio del Interior, Delegación del Gobierno, Dirección General  de la Policía, y demás organismos afines, encargados y responsables de la seguridad, han conseguido que el baño de masas de la monarquía no haya tenido ningún incidente, aun a costa de limitar o impedir derechos fundamentales de otros ciudadanos.
Las medidas adoptadas han tenido el refrendo de los tribunales, dirán los implicados sin que se les mueva un solo musculo de su cara.
Como justificación del recorte del derecho a expresar públicamente su opinión se ha argumentado posibles problemas de seguridad y orden público. Muy manido.
Han utilizado los responsables de la Seguridad Pública un ejemplo del que me voy a apropiar para no provocarles un corto circuito mental con el uso de otro diferente.
Diciendo que era el mismo caso que un acontecimiento deportivo; ¨Por seguridad no se puede permitir que se mezclen aficiones de equipos rivales¨. ¨La exhibición de simbología contraria a la monarquía puede herir los sentimientos de los afines y crear situaciones que desemboquen en disturbios graves¨ Intentan justificar la prohibición para exhibir la bandera tricolor y cualquier otro artilugio que pudiera ser asociado con  los sentimientos republicanos.
Según esta explicación en un Real Madrid – Barcelona, hay que prohibir las banderas y bufandas del Barcelona porque pueden ofender a los hinchas del Real Madrid. Los seguidores del Real Madrid no pueden cantar los goles de Ronaldo porque se ofenderán los fans de Mesi. Tan pueril como absurdo.
Los mandos policiales preparados, que los hay, saben muy bien cuál es el protocolo a aplicar en espectáculos de esta índole.
El primer punto y de obligado cumplimiento es garantizar la libre participación, con seguridad, de todos los ciudadanos que deseen hacerlo, sean del equipo que sean, sin más limitaciones que las que pueda haber por el aforo del recinto y el cumplimiento de las leyes existentes, no las que para la ocasión inventen. Podrán ambas aficiones acceder al espectáculo con sus bufandas, sus camisetas, sus canticos y por supuesto sus banderas identificativas. Las fuerzas del Orden deben estar preparadas para garantizar estos derechos.
Ahora bien, si por el motivo que fuera, se vislumbra que las medidas que se pueden adoptar son claramente insuficientes para garantizar el correcto desarrollo del evento, no se puede discriminar una afición a favor de otra.
Lo que dicta el sentido común y la ley, es suspender el acto. En este caso, el baño de multitudes post coronación. No sería el primer partido que se celebra a puerta cerrada por vandalismo de las aficiones.
En la cuestión que nos ocupa, si los responsables de la seguridad estaban tan seguros de la reacción violenta de los enfervorecidos monárquicos ante la manifestación libre en contra de la coronación, su obligación es proteger los derechos de los discrepantes al igual que garantizaron  las prerrogativas de los afines, no eliminarlos y sesgarlos en pro de los gustos de los allegados. Democracia pura. Las mayorías no deben silenciar a las minorías. Decimos no deben porque poder hemos visto que si pueden. Con el beneplácito de los poderes públicos, supuestamente al servicio de todos los ciudadanos. Claro que al servicio de UNO más que de otros.
Escalofríos provoca oír a los portavoces sindicales de la policía justificar las medidas en aras de una supuesta seguridad. En los años 80, eran los mismos argumentos que se esgrimían desde el Ministerio del Interior (Martin Villa y compañía) para prohibir y limitar su derecho a la sindicación.  Sus compañeros de esa época deben estar alucinando. ¡Tanta lucha para este resultado!
Su trabajo, por si no se han dado cuenta, consiste en garantizar los derechos, no en limitarlos. A lo mejor, y es una posibilidad, se podrían haber utilizado algunas de las numerosas unidades empleadas en proteger a un individuo, para garantizar el derecho a discrepar de otros muchos. Solo como apunte. O a lo mejor, solo a lo mejor, hay que identificar y separar de la sociedad a los intransigentes que no permiten que se disienta de su dogmatica postura y apalean, amenazan y quebrantan  los derechos de aquellos que  asumen  posturas que no coinciden con las suyas. ¡Vamos que nos protejan de los que quieren imponer que tenemos  que ser todos como dios y el rey mandan!
Las declaraciones oficiales suenan a broma de mal gusto. Hubiera sido más sincero que nos hubieran dicho que la gloria Borbónica no podía tolerar visualizar la crítica. Sus reales ojos podrían quedar dañados ante la visión de los signos Republicanos.

Según Felipe VI comienza una nueva era. Para los ciudadanos que aspiramos a un país mejor empieza con vicios muy antiguos.

viernes, 20 de junio de 2014

Llora la Infanta

¡Por fin! Casi se agradece que acabe la tormenta de cánticos laudatorios. No es del todo cierto que vayan a terminar por completo, ahora seguirán pero ya será más espaciado, no será el bombardeo continuo de elogios, ¨la modélica transición¨, ¨la renovada monarquía¨, ¨la institución indispensable para el equilibrio de la democracia¨, ¨el heredero preparado¨, ¨la elegancia de la reina¨, ¨el respeto a la normalidad democrática¨…Los familiares y amigos de los cronistas de la sucesión deberían avisarles de lo tremendamente dañino que resulta para el aparato digestivo la ingesta descontrolada de fluido seminal. Si siguen así se verán irremediablemente abocados a vivir atados a un bote de bicarbonato.
Una vez terminados los fastos llega el tiempo del análisis y la reflexión.
No esperemos grandes cosas de los palanganeros, con el cerebro obturado por el vasallaje no tendrán otra postura que la de rodillas, como mucho permanecerán  en posición vertical pero con la cerviz inclinada. Mirar de igual a igual al Borbón no les está permitido. El besamanos de la ministra Mato da una espeluznante idea de  los extremos hasta los qué puede llegar el sometimiento. Hay momentos en los que es de agradecer la altanera soberbia de Jose María Aznar. Un representante político que no se humilló durante el saludo, aunque su reacción  sea como consecuencia de un ego a punto de reventar.
En el protocolario evento tuvimos nuestra ración de decepción. Nos las prometíamos muy felices con la desaparición de símbolos religiosos en el acto de jura de la Constitución. Hete aquí que, durante el paseíllo posterior celebrado en palacio, aparecieron los representantes de la Iglesia Católica española, y Felipe VI y esposa inclinaron respetuosamente su testa coronada ante la presencia de las sotanas. ¿Agradecimiento regio por el nombramiento? No olvidemos que hasta hace muy poco tiempo la curia sostenía que el poder emanaba directamente de  dios. Ante semejante autoridad es lógica la humillación.
Pocas voces han resaltado el gesto de sumisión de la Jefatura del Estado ante los prelados, les ha debido parecer un detalle nimio. O quizás no lo destacan por entrar dentro de su normalidad ideológica.
 Los juglares reales y los políticos Juancarlistas, rápidamente reconvertidos a Felipistas, han prestado mayor atención a la actitud adoptada por Mas y Urkullu y su decisión de no aplaudir con fervor el discurso del nuevo rey. ¡Qué falta de compostura!, ¡qué desfachatez! Espetan con desdén.
Obvian los lisonjeros monárquicos que la ceremonia se llevaba a cabo en el edificio donde se pone de manifiesto la soberanía popular. Olvidan los frecuentes  pataleos y gritos que profieren los representantes ciudadanos cuando políticos de cualquier formación hablan y exponen ideas que no comparten, sean los oradores miembros del gobierno o de la oposición.
En el caso que nos ocupa parece que es obligatorio aplaudir la intervención del nuevo inquilino del trono, aunque su discurso este vacío de contenido político y lleno de obviedades.  No importa, ¡Un respeto que habla el rey! Hay que aplaudir cuando el regidor lo indique. Como los aplausos dirigidos de sálvame- deluxe.
A los cronistas sociales se les acaban los calificativos para enaltecer la intervención del nuevo soberano, su actitud ejemplar y serena, su excelsa preparación, su predisposición modernizadora de la institución.
¿Modernizar una institución anclada en el Medievo?
Ha perdido la primera oportunidad para hacerlo y de paso  habría evitado las lágrimas de su hermana mayor.
El papel de Elena ha sido, otra vez, el de infanta plañidera. Lloró en el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos Barcelona 92 observando cómo su hermano menor era el abanderado de la delegación olímpica española ¿por méritos deportivos? No, por príncipe.
El 19 de junio del 2014 la infanta volvió a llorar al ver a su hermano pequeño intervenir ante los representantes de la soberanía popular, a título de Rey ¿por méritos políticos? No, por príncipe.
Esos sollozos los podría haber evitado Felipe si hubiera sido capaz de darse  cuenta que el 3 va detrás del  1 y del 2, él es el tercer hijo, detrás por lo tanto del 1º y del 2º hijo. Con 46 años y tanta preparación ha tenido tiempo más que de sobra para atisbar y arreglar una situación tan injusta. ¿Modernizar la monarquía? Con cumplir las leyes que otorgan igualdad de derechos a hombres y mujeres no la modernizaría pero hubiera dado un paso. Resulta que Felipe de Borbón y Grecia asume la Jefatura del Estado a título de rey, y reinará bajo el nombre de Felipe VI únicamente porque tiene un apéndice carnal  entre las piernas y sus hermanas Elena y Cristina no lo portan.

Ya sabemos por qué lloriquea la infanta, no es por amor y orgullo fraternal, llora  debido a sus carencias. La tenencia de un trozo de chicha, por pequeño que fuera, la habría proporcionado un lugar en la historia. Habría abanderado la delegación española en una Olimpiada, y hubiera sido reina de España con el nombre de Elena I. Maldito aditamento de carne, poco mas de 50 gramos de músculo hueco han cambiado el curso de la historia. Por mor del minúsculo órgano, una Ortiz, Letizia,  será reina y ella, una Borbón y Grecia, la infanta llorona.

jueves, 19 de junio de 2014

Integristas del Amor

Esta mañana haciendo zapping mediático online he cometido el error de detenerme y ¡leer! uno de los panfleticos doctrinarios de la subespecie humanoide arbórea que siguen habitando en la copa de los pinos. Su estado de evolución, aunque descienden del mono, todavía no les ha dado para bajar del árbol. ¡Ah claro, que no creen en la teoría de la evolución! Uno de estos homínidos es un tal Juan E. Pflüger, que escribe un artículo por el que tendrá que acudir a confesar. Ya desde el titulo de su homilía ¨Nuevo ataque laicista contra el sentimiento religioso¨, comete una falta clara contra el 8º mandamiento ¨No dirás falsos testimonios ni mentirás¨. Para no equivocarme voy a pegar su párrafo refiriéndose a Europa Laica: ¨Es frecuente en la página web de ese colectivo encontrar interpretaciones sesgadas e interesadas de la Constitución que en su artículo 16 establece que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad españolas”, algo que ellos interpretan diciendo que : “si el Estado, como es su obligación, fuese neutral y no concediese privilegios a determinadas doctrinas…”. ¿Por qué decimos que miente, falsea o adultera? Según el diccionario de la RAE ¨mentir es decir lo contrario de lo que se sabe o piensa con intención de engañar¨ y esto puede suceder, según el catecismo, por acción de decir o por callar y omitir. Nos ilustra Juan E. con el Articulo 16 de la Constitución de 1978, pero, asegurará él, sin intención y por error involuntario, se le olvida una parte importante del Articulo 16 Punto 3, que para su conocimiento reproducimos y completamos (en negrita y subrayado la parte que ¨involuntariamente¨ omite Juan E.) 3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española… Desconocemos donde encuentra el susodicho Plugfer la dificultad en entender el punto 3, a nosotros nos parece claro. Vamos a ver si despacito somos capaces de explicarlo: Que ninguna confesión (Religión) tendrá carácter estatal quiere decir que el Estado no se verá influenciado por las creencias religiosas personales de nadie. El estado lo componen todos y cada uno de los organismos que administran y hacen posible la vida en común de todos los ciudadanos españoles. Que se sepa el Ministerio del Interior es un ente de la Administración pública estatal. Por lo tanto sujeto al Artículo 16 punto 3. El Ministro del Interior también está concernido por el mencionado punto y articulo. Jorge Fernández como individuo de pleno derecho puede tener las creencias personales que mejor se adapten a sus supersticiones, miedos o convicciones. Ahora bien, en su condición de Ministro, no debe, y si la justicia en esta ocasión funciona, no puede utilizar su posición para homenajear a personajes de su imaginario, aunque su imaginario coincida con el de otros muchos. Eso se deja para la vida privada. Hace referencia el autor de la chiste-crónica a una opinión que vierte el señor José Castro a la sazón presidente de una asociación denominada Enraizados ¨una asociación que defiende la presencia de los valores cristianos en la sociedad y la libertad de la expresión religiosa¨. Todo ello muy loable, ni entramos ni salimos como prefieren las personas utilizar su tiempo. Su presidente, José Castro, afirma que: “Es absurdo perder tiempo en esta digresión. No sé qué mal puede hacer esta condecoración. En cualquier caso, me parece absurdo que alguien se preocupe por esto y no por los importantes problemas que vive la sociedad, es triste”. ¡Qué razón tiene Castro!, es absurdo que un Ministro del Interior pierda el tiempo y malgaste el dinero en estas veleidades de beato; horas de trabajo de los funcionarios ministeriales para preparar el expediente de concesión de la condecoración - expediente que por cierto no aparece a pesar de los requerimiento judiciales para que se presente - minutas y salarios de funcionarios, abogados del estado, magistrados de la audiencia, todo para mayor gloria del gusto confesional del ministro.
Sí, ¡Es tristísimo tener un ministro que pierde su tiempo en estos menesteres! Se pregunta el presidente de Enraizados ¿qué daño hace? Pues hace el daño de utilizar las instituciones de todos, católicos, evangelistas, mormones, judíos, musulmanes, ateos,agnósticos… para glorificación de las creencias propias de un miembro del OPUS. Hace daño al conceder una alta condecoración policial a un personaje de ficción, y no a un miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que con unas condiciones de trabajo sensiblemente mejorables, y unos salarios incalificables, se sacrifican diariamente para cumplir su deber. Resulta que el ministro decide que la labor policial importante la realiza la Virgen del Santísimo Amor, y a esa conclusión llega en sus ensoñaciones místicas. Castro también explica que: “Si alguien tiene seguidores en España es la Virgen, está presente en todos los municipios y tiene millones de devotos. Si alguien ataca esto está atacando a las creencias más profundas de nuestra sociedad”. Y esto es muy cansino, nadie ataca a los devotos, nadie ataca creencias profundas, por equivocadas o acertadas que nos parezcan. Nadie ataca ni se burla de la virgen (otras facciones tan cristianas como la suya, pero sin Papa, si se dedican con frecuencia al escarnio de la señora). Únicamente creemos que la virgen condecorada no tiene ningún merito contrastado para merecer la condecoración. Solo es necesario un poquito de voluntad para entender, y menos integrismo ultra católico. Vayan ustedes en procesión, recen cuanto quieran, adoren a quien bien les parezca, pero déjennos tranquilos a los restante, seamos muchos o pocos. Si ustedes aseguran que los devotos son millones, deben saber que los cristianos no devotos de la virgen son muchos también, pero aunque ustedes fueran 5 y los no devotos 45 millones, o al revés, el estado y sus instituciones deben quedar al margen de las creencias. De las suyas y de las demás, de todas. ¡Venga hombre! Un esfuerzo y el mismo respeto que solicitáis a vuestra forma de vida concederlo a la manera de vivir de los demás. Tiene razón José Castro, hay muchas cosas que solucionar en el país para perder el tiempo condecorando vírgenes.

lunes, 16 de junio de 2014

Ración de Monarquía

Los lunes son de por sí duros, después de un fin de semana de tertulias televisivas con los esquizofrénicos de siempre, es necesario un gran esfuerzo de recomposición para afrontar la vida. Es verdaderamente descorazonador y frustrante asistir a las charlas y razonamientos de los tertulianos para defender unas tesis que; oídas de boca de unos, las comparsas del PP, produce sarpullido y en boca de otros, los coros y danzas del PSOE, provoca náuseas.
Que tenemos un Jefe de Estado nombrado por un tirano y sancionado en Cortes Generales conforme a los Principios Fundamentales del Movimiento, es una realidad que se intenta ocultar, pero que le vamos a hacer, es una realidad. Que fue un tipo metido con calzador, es otra realidad.  Que ahora, agobiado por los escándalos propios y otros añadidos por su familia, se va y nos deja de regalo a su niño impuesto con vaselina, es otra realidad.
El resultado es:
Una institución machista con preponderancia del hombre sobre la mujer en el orden sucesorio, al margen por lo tanto del mandato constitucional (Articulo 14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.).
Clasista porque disfruta derechos que no tiene ninguna otra familia española, al margen por lo tanto del mandato constitucional (leer otra vez el Artículo 14 Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social).
Opaca y fuera del control parlamentario, al margen por lo tanto del mandato constitucional (Articulo 1º punto 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español).
Y lo más triste, una institución protegida en sus desmanes con la figura inviolable e inimputable  del monarca, recogido en el Titulo II Articulo 56, punto 3 del mandato constitucional (La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad) ; por el cual sabemos que  NO Todos los españoles somos iguales ante la ley.
Esta modélica institución llamada monarquía es el faro y guía de la nación española, vertebradora de nuestra convivencia y elemento equilibrador de la vida socio-política del país. ¡Estamos apañados!
Sus aduladores nos presentan el modelo equiparándolo con otras monarquías parlamentarias del entorno, Suecia, Noruega, Dinamarca, o el Reino Unido, como si la nuestra fuera igual. Generaciones  y años de cultura monárquica parlamentaria no se aprenden en un rato y menos cazando elefantes con Corina. Con el propósito de no deslucir el brillo de la institución, de forma sibilina,  eluden nombrar otras monarquías como la de Marruecos o Arabia Saudí de las que, lamentablemente, es probable que nos encontremos  más cerca. 
Rizando el rizo nos llevan hasta Australia o Canadá para convencernos que, al margen de su estructura política, el jefe de estado de estos países es la Reina de Inglaterra.  Como si pudiera ser un consuelo que australianos y canadienses tuvieran en su ordenamiento nacional una reliquia del pasado que les produce el mismo efecto en sus vidas cotidianas que el amanecer de la aurora boreal.
En el corazón del imperio entiende  Obama que el reinado de Juan Carlos ha sido fructífero y  considera que ha actuado con muy buen criterio. Se referirá al impactante politono que tanto cabreó a los diplomáticos y empresarios españoles ¨por qué no te callas¨, o al otro de menos trascendencia diplomática y más humilde ¨lo siento mucho, me he equivocado no volverá a ocurrir¨. Vete a saber que entiende Obama por reinado y si ya ha situado a España más cerca de París que del golfo de México.
Aunque vistas las explicaciones que los gobiernos de PSOE (Zapatero), y el actual del PP, NO están dando sobre los vuelos de la CIA, las salidas desde territorio español de misiones de bombardeo, la pérdida de soberanía nacional a favor de fuerzas de la OTAN o de EE.UU, el espionaje a que han estado sometidas altas instituciones del estado (escuchas telefónicas descubiertas), las trabas e impedimentos para la resolución judicial del caso Couso, a lo mejor, y solo a lo mejor, Obama es el que ha puesto el dedo en la llaga y cuando habla de reinado se refiere a los tupidos velos que se ciernen sobre la actuación de las más altas autoridades   españolas  en las materias reservadas que por mucho que se intente nadie explica y por supuesto nadie soluciona.

Visto todo en perspectiva humildemente tengo que reconocer a los valedores del Advenimiento del ¨preparado¨,  que la jefatura de estado tipo Australia o Canadá es una solución a tener en cuenta, el rey a más de 10.000 kilómetros y con la misma influencia en la vida política, económica y social del país que un Koala encima de un pino. 

viernes, 13 de junio de 2014

La dignidad por bandera

Con una solida formación Académica, carrera de Graduado Social ampliada con  dos másteres, José Ignacio Senao lleva desde su más tierna juventud saltando de puestecito político en puestecito político, eso sí,  defendiendo la iniciativa privada e intentado desmantelar las instituciones públicas. Excepto las que le acogen  a él y le otorgan una vida cojonuda.
Por obra y gracia de estar en un partido de amiguitos del alma ha sido diputado en cortes, concejal, presidente de la diputación provincial, senador, diputado autonómico… Para un neoliberal todas estas  actividades deben estar inmersas en la más estricta actividad privada, generadoras de riqueza, y motor de empleo.  Adalid de la empresa privada, no quiere pecar de egoísta, y deja esa parcela para que la exploren los demás. Él sin embargo, se dedica a vivir de lo público. Católico practicante y convencido, primero va a misa y después te amenaza con presentar denuncias, eso sí, desde la más profunda caridad cristiana que con  tanto ardor practica.  
Estos personajes de pensamiento incorrupto, como el brazo de Santa Teresa, todavía no se han enterado que por ser servidores públicos su comportamiento está expuesto a las críticas de los ciudadanos, con la edad que tiene ya no le veo capacidad para evolucionar y abrir la puerta que le permita  abandonar la cueva de Atapuerca en la que habita.
Algo muy malo hemos tenido que hacer para merecer este castigo. Está claro que no es culpa nuestra que estos individuos sean así, lo que sí es achacable a nuestra responsabilidad es que, en uno u otro puesto, siempre estén ahí.
Para explicar y de paso afear la equivocación que cometen quienes utilizan la tricolor republicana, alardea J.I Senao de erudito y  nos argumenta que la bicolor es la bandera de ¡España!
 Para afianzar esta  revelación hace referencia a un escrito del general Vicente Rojo.
No voy a ser tan atrevido de enmendarle la plana al General, pero digo yo que no será obligatorio estar de acuerdo con Vicente Rojo en materia de vexilología.
¨Las banderas deben ser claras, sencillas y distintivas. Son un elemento de comunicación, de identificación de un grupo. El factor más importante para que perduren es que sean aceptadas por las personas a las que representan; si no hay identificación, es absurdo que existan”. Esto lo dice Tomás Rodríguez Peñas, secretario de la Sociedad Española de Vexilología (SEV).
La de Tomas Rodríguez es otra opinión con la que, por supuesto, también se puede discrepar ¡Faltaría más!
 El general Rojo, habla desde la conveniencia de no cambiar una enseña por otra, el vexilólogo, Tomas Rodríguez,  nos ilustra acerca del significado, aceptación y utilidad de una bandera.
Pues bien, con la llegada de la II Republica se adoptó la tricolor como símbolo de ruptura con el estado monárquico absolutista que la anterior enseña roja y gualda  representaba.
¿Qué no era la bandera de los borbones? Hombre si leemos el edicto por el cual Carlos III decide qué; SU armada, SUS regimientos, SUS barcos, Y SUS acuartelamientos exhiban la enseña que el adopta como distintiva, caben interpretaciones, pero el posesivo MIO no deja lugar a dudas sobre quien pensaba el Borbón que era el dueño de vidas y haciendas. La monarquía absolutista tenía esas cosas.  
Tampoco España era su finca, y otro Borbón, Alfonso XIII en concreto, la ordeñaba como si fuera su vaca. Cuando le venía bien encargaba al general de turno – por ejemplo a Primo de Rivera – que diera a la población una buena dosis de directorio militar.
La legalidad constitucional de la II Republica estableció unos símbolos que querían representar mayoritariamente a los españoles. ¿A todos? Pues hombre no creo que a todos, al cardenal primado y Arzobispo de Toledo Pedro Segura, es más que probable que no. Para este jerarca de la iglesia católica Alfonso XIII representaba la defensa de la tradición en la fe de sus antepasados. El pueblo le importaba un comino. Las declaraciones, directrices, y homilías del prelado Segura están en las bibliotecas por si quiere José Ignacio ilustrarse.
De igual manera no tenía muy en cuenta sus votos de obediencia, pues las pautas del Vaticano en cuanto a respeto por la Republica Española se las pasó por el forro de sus caprichos. Si exceptuamos a los representantes de la Iglesia católica española, a los monárquicos enfermizos,  a los caciques de la nación y por supuesto a los rebeldes,  el resto de la población adoptó la tricolor como propia.
Cuando se produjo la sedición, el triunfo del golpe de estado sangriento doblegó la voluntad popular y decidió la recuperación de los colores borbónicos con incrustaciones medievales en forma de pájaro.
A día de hoy, lo estamos viendo en las calles de todo el país, la bandera tricolor ha resurgido como símbolo de reivindicación de una forma de Jefatura de Estado que de forma violenta fue hurtada durante 40 años y que, a la muerte del dictador, fue sustituida por una fórmula  impuesta por el tirano.
El infausto personaje pretendió dejar todo atado y bien atado dejando nombrado sucesor a Juan Carlos con el título de Rey. No desatarlo no hace más que sembrar de dudas innecesarias acerca del talante democrático  del titular de la Jefatura del Estado, mal que le pese a la nobleza política adocenada.  
Aunque políticos como J.I. Senao  den la espalda a la realidad e intenten dogmatizar sobre una enseña en contra de la voluntad legitima de unos ciudadanos, por cierto tan españoles como él, por muchas soflamas patrioteras que inventen en alabanzas de una determinada simbología, no conseguirán que esos ciudadanos renuncien a sus aspiraciones de dignidad. Dignidad como la representaba otro Senao, de nombre Carlos.
Entierran la cabeza como el avestruz. Si una parte importante de la población identifica como su bandera la tricolor, lo que tienen que empezar a pensar estos patriarcas, son los motivos que  impulsan a esos españoles a identificar la roja y gualda como bandera de una facción de la sociedad que les ha oprimido hasta las trancas.
Con lo fácil que es hacer las cosas bien, es difícil entender el empeño que algunos políticos ponen en hacerlas con el culo. Salvo que su culo sea lo único que les importe y disfracen así sus intereses de patriotismo.

Con más frecuencia de lo deseable hemos visto como lameculos patrioteros envueltos en la bandera abren cuentas en Suiza, naturalmente desde su más intenso amor a España.

Casi unanimidad

Uyy! Por poco, pero un 85 % de votos favorables casi otorgan a la aplastante mayoría en la votación de la tramitación de la ley de abdicación (creo que se llama así, no me hagáis mucho caso) el calificativo de mayoría a la búlgara. ¿Por qué ese titulo de dudoso honor? sencillamente, por falta de debate.
Para oír a Rajoy con los mismos argumentos que un charlatán de feria¨… y ya tal, …y eso¨, y a Rubalcaba preguntarse qué hubieran hecho sus antecesores, González y Zapatero, había sobrado el pleno.
Ya que estamos vamos a ayudar a Alfredo en la contestación a su sesuda pregunta.  
¿Qué hubieran hecho Felipe y José Luis? Por orden:
Felipe hubiera hecho lo mismo que hizo durante los años de su gobierno, el Tancredo, enterarse por la prensa, y después mirar hacia otro lado esperando que su mayoría social siguiera apoyándole hasta que hartos dejaron de hacerlo. Bajarse los pantalones ante los poderes reales que gobernaban y gobiernan el país. Después una buena consejería en una eléctrica y a vivir que son dos días.
José Luis hubiera hecho de José Luis, un hombre sin ideología conocida, sin sentido de estado, sin capacidad de reacción, apabullado por las circunstancias. En definitiva hubiera preguntado a Merkel que era lo más conveniente. Eso hubiera hecho. Obedecer a los mercados. Bajarse los pantalones ante los mismos que Felipe. Después un recorrido de lavacara en los medios de comunicación achacando a oscuros poderes su inacción por incompetencia.
Y eso hizo Alfredo, pantalones abajo, no fuera a tener un ataque de dignidad y defender sus ideas. No era el momento de hacer un feo a la Constitución.
Es curioso, si alguien tan etéreo como los mercados lo piden, se puede hacer una reforma constitucional exprés (del Art. 135 por ejemplo) mientras se toma uno un café con el presidente del PP. Si los ciudadanos demandan una simple consulta sobre el modelo de Jefatura de Estado, la Constitución se vuelve muy arisca y no hay quien la meta mano. ¡Qué curioso!
Pero mucho más curioso que esto, es ver a virtuosos del equilibrio como Alfonso Guerra, o Rosa Aguilar dando el sí quiero. ¡Quien os ha visto y ahora os ve!
Podemos imitar a Alfonso, y decir ¡Vais a dejar el PSOE que no lo va a conocer ni la madre que lo parió! O sea que debajo de tu chaqueta de pana escondías a un burgués monárquico. ¡Qué cosas!
Pero bueno, como lo hecho, hecho está y tenemos que dar ejemplo de madurez democrática hay que acatar la decisión de los partidos mayoritarios, los diputados díscolos como mucho se ausentan o se abstienen, opinar no opinan nada (aunque amaguen con votar en conciencia como Odón Elorza). De pintar ya ni hablamos.
Una vez acatada la decisión de nombrar Jefe de Estado vía copula, paso previo a la gestación y posterior nacimiento, creo que sería conveniente asegurarnos que el heredero lo es con todos los pronunciamientos legales.

Digo esto sin acritud, que diría Felipe González, pero si empezamos a admitir que el abdicante ha tenido más de un devaneo, nada nos asegura que Sofía en un arrebato femenino, y para enseñarle al promiscuo que donde las dan las toman, no haya tenido un desliz en una de sus escapadas a Bilderberg, y estemos coronando a alguien que no le corresponde. En esta ocasión la transmisión de corona se hace por parte  del padre, la madre solo es receptora de los elementos que van a provocar los derechos del nacido. ¿Estamos seguros que El preparado es hijo del Campechano? Si hay dudas hoy se pueden disipar con una sencilla y rápida prueba de ADN. Seria humillante, si, igual que para muchos españoles lo es tener hijos que, por nacimiento, van a tener menos derechos que los borbones.

domingo, 8 de junio de 2014

Fuertes convinciones

¨La soberanía nacional reside en el pueblo español¨, ¿Les suena de algo? Por si alguien lo ha olvidado, voy a insertar textualmente  el inicio de la Constitución de 1978.
Título Preliminar
Articulo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Si lo leemos detenidamente, vemos que no deja lugar a  dudas. En primer lugar define como se constituye España. En el punto 2 establece claramente de donde emanan Todos los poderes del Estado. En el punto 3 la forma política que la soberanía nacional elige.
Estas son las reglas de juego. Para ser más didácticos: absolutamente todas las instituciones, y poderes públicos actúan por mandato de la soberanía popular. La ciudadanía delega en esos órganos la gestión diaria de la convivencia. En ningún momento le está permitido al pueblo soberano hacer una dejación de soberanía. Por supuesto  ninguna  autoridad, por elevada que sea, puede hurtar ese poder.
La abdicación del monarca ha suscitado una fuerte corriente ciudadana que, haciendo valer el enunciado del punto 2 del título preliminar, cuestiona la utilidad de seguir manteniendo el punto 3 con su enunciado actual.
Para los no muy listos: el 3 siempre va detrás del 2. Primero se cumple el 2, después el 3.
Utilizando los derechos que le reconoce la Constitución, parte del pueblo está planteando a través de sus representantes y en determinados organismos, que se promueva una consulta para dilucidar si la forma elegida en su día sigue siendo conveniente en la actualidad. Todo lícito, y como debate resultaría muy provechoso.
Pero no es tan sencillo, no.
Con inusitada rapidez se han puesto de acuerdo los mandamases de PP y PSOE y se olvidan del punto 2 del artículo preliminar, o hacen una lectura interesada. ¨Como tenemos la confianza de la población, otorgada en las últimas elecciones generales, en función de unos programas políticos que no vamos a cumplir nunca, nos adueñamos de la soberanía nacional y decimos que no les dejamos expresar su voluntad¨. Sea la que sea.
Si como pretenden se consideran depositarios de la voluntad del pueblo, y representan el sentir mayoritario, lo tienen fácil: Se promueve una consulta - referéndum,  se alinean claramente con la opción monárquica, - opción que ellos sueñan que acatarán sus seguidores - y claramente España se pronunciará  monárquica como ellos pretenden. De este modo, los díscolos que piden una republica se irán a casa con el rabo entre las piernas.
Victoria apabullante de la monarquía parlamentaria. La monarquía reforzada y se acabaron las diatribas sobre su legitimidad como heredera a dedo del anterior Jefe de Estado, por cierto un usurpador.
Para un monárquico tiene que ser un éxtasis comprobar que su pensamiento es aceptado y no impuesto. Ellos deberían ser los primeros concernidos en legitimar la corona mediante un referéndum que nunca se ha llevado a cabo. Es más, abundando en esta idea, el más interesado tendría que ser el futuro monarca, para que sobre él no planeen las dudas de imposición que han marcado el reinado  de su padre.
Claro que a lo mejor la sorpresa la reciben los Belloch y similares, rara avis de ¨monárquicos convencidos¨ que habitan en un partido con genética republicana, al igual que abrazan a un partido con vocación laica mientras se pasean con un crucifijo a cuestas. Las bases socialistas deberían decir algo al respecto y estrellarles de bruces con la realidad enseñándoles que están en el lugar equivocado. Y ahora la ocasión se presenta pintiparada.
En varios ayuntamientos y corporaciones locales, se han presentado propuestas para solicitar que se lleve a cabo una consulta popular, entre otros en el Ayuntamiento de Zaragoza. En ese pleno, el alcalde Belloch, al igual que han hecho en otros foros Susana Díaz y otros destacados socialistas, se auto proclama ¨monárquico convencido¨. Estos políticos, ante la duda de poder persuadir a los demás, prefieren el silencio y así imponen su pensamiento.
Ya son muchas las veces que Belloch se ha mostrado como fan de Groucho Marx ¨Estos son mis principios, si no le gustan puedo cambiarlos¨.

Estos personajes pueden seguir siendo monárquicos convencidos, de lo que no nos van a convencer es  que son demócratas. 

miércoles, 4 de junio de 2014

¡Quieto todo el mundo!


Mal que les pese, el debate está abierto. Tras casi 40 años de juancarlismo impuesto empiezan a oírse las voces que se oponen al advenimiento del ¨Preparado¨ Felipe. La pregunta está en la calle ¿Monarquía o República?
¨hay que tener cuidado, hay que ser prudentes, no tenemos que adentrarnos en terrenos peligrosos, el sistema ha funcionado y va a seguir haciéndolo, para qué cambiar si así estamos bien, ha sido un modelo que ha funcionado, la figura del monarca ha servido como árbitro equilibrador de la pugna política, los experimentos con gaseosa, sus servicios al país son impagables, el mejor embajador, el prestigio internacional del monarca es incuestionable, los países avanzados tienen como modelo una monarquía parlamentaria, la monarquía da estabilidad al país, bla bla bla …¨.
 Seguramente acabaremos hasta el gorro de tanto escuchar alabanzas y peloteos, pocas voces   críticas desde las filas de los acomodados.
Los cabecillas de los dos grandes partidos vuelven a estar de acuerdo, para ellos no es el momento adecuado para entrar en cambios profundos del sistema, porque ahora mismo existen asuntos mucho más urgentes que resolver para perder el tiempo en aventuras que solo conducen a una ceremonia de confusión y desasosiego.
Con la boca pequeña, hablan de su disposición a estudiar cambios estructurales, Constitución incluida. Algo en lo que los capitostes se pusieron de acuerdo en 24 horas para satisfacer a los buitres, resulta que entraña muchas dificultades cuando la petición es hecha por una masa importante de la ciudadanía.
La misma Constitución que esgrimen con orgullo y furor para reprender a los díscolos y descontentos, se la pasan por el arco de sus caprichos cuando no les conviene dar cuentas.
Pues bien, si hay un apartado de la Constitución que no deja lugar a dudas es aquel que dice: ¨La soberanía nacional reside en el pueblo¨
Los escándalos que rodean a la casa real, las dudas que genera su comportamiento poco edificante, sus negocios poco claros, la pertenencia a círculos de poder que están fuera del control de las autoridades democráticas (Club Bildeberg), el paraguas bajo el que se han cobijado chorizos y maleantes, han provocado que germine una corriente crítica de pensamiento hacia la modalidad de Jefatura del Estado.
Una vez se ha producido la abdicación del Campechano es el momento de dar contenido a la Ley Magna y demostrar que somos: ¿súbditos-siervos, o ciudadanos libres? ¿La Soberanía nacional reside en el pueblo, o en poderes espurios? ¿Democracia o partidocracia?
La cacareada modélica transición parió un modelo social enfermo, y el tiempo ha acabado por matarlo. La formula está agotada, la crisis económica que  padecen únicamente los trabajadores, los jóvenes, los pobres, la mayoría ciudadana  (que paradójicamente sostiene un sistema que cada vez les aprieta mas) ha  rematado la faena para que los derechos se laminen y las castas impongan su santa voluntad.
Las explicaciones de Rajoy suenan otra vez a hueco, la vieja guardia socialista se agarra a su discurso de practicidad, dejando al margen la ideología. Son monárquicos porque es mucho mas práctico que una aventura republicana.
Es el momento de poner las cartas sobre la mesa y que se retraten. Todos. Que definan qué ofrecen con sus proclamas.
La elección es sencilla: Igualdad o vasallaje. Libertad o servilismo. Laicidad o confesionalidad. Dignidad o indecencia. Ciudadanos o vasallos. En resumen, Republica o monarquía.
Que no mareen la perdiz, que no divaguen, que no se escondan, que no nos protejan. Déjennos ser mayores de edad y con la Constitución en la mano devuelvan la voz al pueblo y pregunten.  


Querido Rajoy, hoy día es más fácil llevar a cabo un referéndum que leer el Marca. Como aficionado a los deportes debes saber que si quieres alardear de ganar un partido es imprescindible jugarlo.  Otra cosa es que temiendo que no te gusten los resultados nos grites ¡Quieto todo el mundo!

Aclaradas las dudas

La verdad es que se agradece la rapidez con la que nuestros institucionalizados aclaran el panorama. Después de la abdicación de Juan Carlos se produjeron una serie de concentraciones y manifestaciones que pedían un proceso de renovación democrática. Voces críticas con el sistema ponen en tela de juicio el seguidismo de una fórmula de convivencia cada vez más y más alejada de la población.
La reacción de Rajoy, por esperada, no sorprende lo mas mínimo. ¨No es el momento de hablar de esto, salvo que lo sea. Si existe una demanda de la sociedad solicitando un cambio en profundidad de las instituciones lo estudiaremos y si lo tenemos que llevar a cabo y estamos de acuerdo nosotros, lo haremos, sino no lo haremos. No hay que emprender aventuras que no se sabe adónde conducen, porque las cosas pasan de una manera, o a lo mejor pasan de otra¨. En fin que ya veremos y ya tal.
Muchísimo mas explícitos han sido Rubalcaba y sus mariachis: El PSOE es un partido de corazón republicano, pero su cabeza le hace ser monárquico. En román paladino ¨no jodamos que así estamos muy bien¨, o en otras palabras imitando a su ídolo: Republica de entrada NO.
Reconozco que me da mucha pereza comentar las palabras de Zapatero, ¡qué patético! Alardea de haber sido su partido el primero que llevó a cabo unas primarias, un delegado un voto, salió elegido él. Ahora es posible que la opción se amplíe a un afiliado un voto ¿Cuál es el mérito democrático de dar voz a la gente? En un sistema supuestamente democrático lo que tenía que estar prohibido es el dedo señalador. Lo demás tendría que ser normalidad democrática.
Tampoco inventarían nada. Los EEUU llevan, desde su formación como país, eligiendo mediante primarias abiertas a los candidatos de los partidos. Los demás cargos electos se eligen por votación directa de la ciudadanía. Ya que tanto ponen como ejemplo a los yanquis, este es un apartado de su democracia fácil de copiar. ¡Qué solo copian lo del despido libre y gratuito coño!
Zapatero intenta reinventarse y no lo consigue. La condescendencia con la que trató a Alberto Garzón, achacando a pecados de juventud sus ansias renovadoras, me recuerda mucho al tonto del pueblo intentando explicar la teoría de la relatividad a un físico nuclear. No logra hacerse entender porque desconoce de lo que habla. Zapatero fue presidente de gobierno, pero nunca abandonó la pasantía.
Bueno pues ya está claro. Los del tdt party, la caverna mediática, los cantautores del sistema repiten como loritos que las fuerzas que propugnan un cambio, un proceso constituyente que reforme y vuelva a llenar de contenido la Constitución, un nuevo orden para la jefatura del Estado; lo que deben hacer es cumplir la ley y hacer esos planteamientos en los foro adecuado: el Parlamento. Mientras tanto, si las fuerzas renovadoras no tienen apoyo suficiente para imponer sus tesis, ajo y agua. Aclarado.
Ya lo saben los votantes de PSOE y PP, ambos son partidos monárquicos que no tienen ningún tipo de interés en la renovación democrática. Los países avanzados en democracia no cambian todos los años de Constitución, cierto. En primer lugar porque tienen constituciones menos confusas, y en segundo lugar porque van introduciendo enmiendas a la carta magna para adaptarlas a los tiempos.
Aquí no va a ser así mientras el monstruo bicéfalo se reparta el poder. Nos pedirán opinión cada 4 años, para ver a quien de los dos le toca amargarnos la vida.
¿La solución?
Está en nuestras manos, tenemos que dejar a un lado los intereses personales, las diferencias del detalle, las divergencias nimias y formar un frente amplio de convergencia ciudadana que aglutine a todos los que están hartos de los mamones que nos chulean.
Efectivamente las urnas son la solución. Una vez alcanzado el poder hay que establecer los principios de una convivencia digna, de un estado que proteja a los desfavorecidos, además de una ética de comportamiento político en el que los chorizos y corruptos no tengan cabida.
Dijo Zapatero en una de sus intervenciones que Pablo Iglesias solo había uno. Se dejo en el tintero que ese Pablo Iglesias al que se refería, a día de hoy no sería de este PSOE.

lunes, 2 de junio de 2014

¿A qué tienen miedo?

Llega el momento de las loas y las alabanzas, se ha dado la señal de salida y ya tenemos a los aduladores, con toda su carga mediática, cantando los logros del monarca abdicado.  Ha debido ser un fin de semana intenso, nos llega esta sorpresa tras la reunión en Copenhague del oscuro club Bilderberg, círculo del que la reina consorte Sofía es miembro destacado desde su fundación.
Es sabido que este peña de privilegiados maneja a su antojo la política internacional, derroca gobiernos, decreta rescates, propone embargos y condiciona la vida de millones de personas, unos 9000 millones aproximadamente. Parece que también cambia reyes. No se andan con chiquitas.
Como queda muy feo que parezca que tu mujer te aparta a un lado para poner a tu hijo, es políticamente más correcto y queda mejor, decir que es una decisión tomada desde el día 5 de enero ¡vaya regalo de cumpleaños! Casualmente se anuncia después de la reunión del club de los ¨trincas¨ y  cuando los resultados de la última consulta en las urnas ha deparado unos resultados nada halagüeños para la monarquía. ¡Qué casualidad!
Ahora es el momento de dar lustre al currículo real con la modélica transición, la actuación televisada del 23 F, los 39 años de placidez que nos ha regalado el monarca campechano. De paso, casi de rondón, nos empiezan a colocar los innumerables meritos del sustituto, que de seguir así, pronto pasara a conocerse como Felipe VI El preparado.
¨Los institucionalizados¨ saltan a la arena para defender los derechos del sucesor, como garante de la estabilidad del sistema. Debo reconocer que el término ¨institucionalizados¨ no es mío, lo he cogido de una película (Cadena Perpetua) en la cual el personaje que interpreta Morgan Freeman, se refiere de esta forma a un compañero de cárcel.
El preso (Bogs Diamond), al que da vida Mark Rolston, es puesto en libertad condicional después de haber cumplido 50 años de una condena a cadena perpetua. El hombre tiene pavor a abandonar su celda, su hábitat, el medio en el que ha pasado la mayor parte de su vida. Tiene miedo al mundo exterior, un mundo que le asusta y que desconoce.
El temor a abandonar el ambiente conocido le lleva a intentar delinquir de nuevo para que no le pongan en libertad, y acaba con el suicidio del personaje al enfrentarse a un mundo que por inexplorado le resulta hostil. ¿Tendrán estos temores los habitantes y protegidos de la Calle Génova?
Es la misma posición que están adoptando los antiguos cachorros de Suresnes, hoy convertidos en inquilinos perpetuos de la Carrera de San Jerónimo o en consejeros de compañías eléctricas o en alcaldes, o en asalariados del partido.
Su miedo a la realidad exterior le hace enrocarse en posturas inamovibles, cercanas al dogma, con postulados tan pueriles como vacios.
La abdicación del monarca les obliga, una vez que ven las barbas del vecino pelar, poner las suyas a remojar, en lugar de eso huyen hacia delante en una carrera desbocada argumentando los peligros que nos acechan si se producen  cambios significativos  en las altas instituciones  del país.
Provoca dentera escuchar a José Bono decir que las instituciones deben funcionar en los momentos delicados, que no es el momento de llevar a cabo los cambios  aunque los cambios se soliciten desde voces que representan a una importante masa de votantes. Para Bono y sus amigos lo urgente nunca deja lugar a lo importante. Sucede que en esta ocasión es más que probable que coincidan lo urgente y lo importante.
Si nos paramos un momento en los resultados de las elecciones europeas, vemos que las formaciones que propugnan un cambio en la modalidad de jefatura del estado, proponiendo convertir España en República, sumarían unos 3 millones de votantes en números redondos. Según estos datos la opción por una monarquía parlamentaria seria mayoritaria. Pero atentos, siempre y cuando los partidos y políticos partidarios de esta opción verdaderamente representen  la voluntad de sus votantes en este asunto.
Entonces ¿Por qué su negativa a un referéndum?
Aunque 39 años tarde, sería lógico escuchar la voz de los ciudadanos en asunto tan importante como es la jefatura del estado, y ya puestos se podría aprovechar la ocasión y abrir un proceso constituyente.
 ¿Qué temen?
Quizás a que se constate de manera fehaciente que circulan por las antípodas de la población, tal vez temen destapar sus vergüenzas en público, puede ser que al abrir la puerta a la libertad tengan que bajarse del coche oficial y volver al mundo real que tanto les asusta.

Con la edad las personas suelen convertirse en ancianos venerables, estos espantajos se han convertido en viejos soberbios y egoístas.